lunes, marzo 31, 2008

Borrachos de Violencia

Para descansar de los enfrentamientos entre los productores y el Gobierno, decidí ir a la cancha a ver a River. De entrada tuve que dirigirme al estadio José Amarfitani, porque la dirigencia del Club privilegió un evento musical para deteriorar el césped del Estadio Manumental, y trasladar la localía hacia el Estadio de Vélez en Liniers.

Faltaba media hora para el inicio del partido, y en la pantalla electrónica del estadio se podía ver a Paul McCartney en blanco y negro recitando las primeras estrofas de "Yesterday", mientras se montaba una sucesión de fotos que recordaban la historia de los grandes jugadores que vistieron la banda roja.
Debajo de ese cartel, un grupo de barrabravas entraba rápidamente en masa por el acceso cercano a la tribuna sur. Llegaron al centro de la tribuna popular encontrándose con otro grupo que permanecían ahí con anterioridad. Las discusiones duraron un mínimo tiempo suficiente para comenzar los incidentes. La policía que estaba dentro de la popular en ese momento no intervino en ningún momento. Más tarde las autoridades máximas de la fuerza declararían que de haberse entrometido en la trifulca las consecuencias serían peores. El episodio fue registardo por cámaras de video, que sirvieron para identificar a algunos implicados que fueron detenidos luego de la finalización del partido, cuando la popular desalojaba el estadio (donde se generaron nuevos incidentes con nuevos heridos).

El dato particular que quería compartir, es que cuando los hinchas verdaderos que estaban en las tribunas restantes presenciando el pobre espectáculo, reaccionaron primero con una fuerte silbatina desaprobando la acción de los barras. El descontento prosiguió con un: "Hijos de Puta" en forma de grito desesperado sin efectuar ninguna pausa. Cuando la situación violenta se calmó -y el nuevo grupo de barras logró conquistar victoriosamente el lugar que deseaban- , los socios e hinchas replicaron una serie de cantos demostrando el hartazgo hacia los conflictos de su barra, relacionado a la Comisión Directiva de River:

Acá enumero los cantos que alcancé a escuchar:

  • "No son de River la Puta que los Pario, No son de River la puta que los parió".
  • "Váyanse todos la puta que los parió, Váyanse todos la puta que los parió".
  • "Paga una entrada la puta que los parió, paga una entrada la puta que los parió".
  • "Ohhh, que se vayan todos, que no quede ni uno solo".
  • "Ahí están, ahí están, los chupapijas de Aguilar".
  • Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura de Aguilar".
Los Borrachos del Tablón (o solo un sector), miraban y escuchaban en silencio los insultos que recibían en forma de canto a un nivel de volumen tan elevado que nunca pudieron superar en todo el transcurso del partido. Pero también se debía a que ellos estaban distraídos con sus propios "negocios personales". Durante el partido se intercambiaban las remeras para no ser reconocidos, y planificaban la forma de enfrentarse con la otra facción de la barra a las afueras del estadio.

Acá les dejo un link para que puedan ver algunos fragmentos de lo sucedido la tarde del domingo:

Informe TN

http://www.tn.com.ar/mm.aspx?id=858076

River - Arsenal según Paso a Paso

http://www.taringa.net/posts/videos/1138800/Paso-a-Paso-Fecha-8.html

Las consecuencias fueron varios detenidos, varios heridos, corridas por las inmediaciones del estadio, destrozos materiales, y una persona internada en el Hospital Fernández, en estado crítico. Según la versión de la Policía esta persona iba ingresando al estadio, cuando tuvo un ataque de epilepsia y se golpeó la cabeza. Un golpe tan fuerte que le produjo pérdida de masa encefálica. Por lo tanto, NO tiene relación con los hechos sucedidos DENTRO del estadio. Una versión que por ahora genera cierta desconfianza.

Y el Fútbol sigue... y todo pasa.

Nos veremos hasta la próxima víctima!

viernes, marzo 28, 2008

Kcerolazo (3ra Parte)

El tercer día de cacerolazos, comenzó ante la reacción del segundo discurso que efectuó la Presidenta Cristina Kirchner. No lo hizo en la Casa de Gobierno como le correspondería a cualquier máximo representante del poder ejecutivo. Esta vez decidió armar un "acto partidario" en Parque Norte, para poder orquestar el escenario acorde a su estrategia político-discursiva. He aquí un fragmento de su extensa exposición oral:



En la noche todo retomó el cause rutinario que vienen generándose durante estos tres días. En los cortes del Interior del País se retomó la decisión de proseguir con la medida de fuerza, aunque estará presente en la mente de cada asamblea la opción de levantar el paro para abrir el canal de conversación con el Gobierno.
El sonido de las cacerolas resonó en los barrios de la Zona Norte de Buenos Aires. Nuevamente la Avenida Cabildo -y su continuación Santa Fé-, fue la arteria principal que congregó a los manifestantes. Todos desembocaron en la intersección con Callao.
Luis D´elía, junto a sus demás organizaciones que defienden la postura del Gobierno, también retomaron la rutina de estas últimas noches dirigiéndose hacia la Plaza de Mayo. La única modificación de planes que pudo percibirse durante la noche, fue que los manifestantes que portaban cacerolas decidieron no acudir a la simbólica Plaza, para evitar un posible enfrentamiento violento. El nuevo mapa de recorrido marcó un itinerario desde Callao, hasta llegar hacia Libertador, después virar a hacia la izquierda para doblar por Pueyrredon y reencontrarse con Santa Fé hacia el punto de congregación en Callao. Por supuesto que los representantes del agro evitaron llegar al predio de la Rural, para no sentir el peso de ser tildados por el particular adjetivo que los ha bautizado el Peronismo... "La oligarquía". De esta forma, la ausencia de un sector en la Plaza que Mayo invalidó la función del otro. Como no hubo con quién chocar, la plaza se liberó rápidamente pasando apenas transcurridas las 10 de la noche. Es fue la última novedad en el titular: No se registraron hechos de violencia durante ambas manifestaciones.

En esta tercera parte de esta triste trilogía, debo confesarles que cada vez es más dificultoso poder interpretar los hechos y tomar algún tipo de posición al respecto. Segundo, es que no poseo la suficiente información necesaria sobre economía y sobre la actividad agropecuaria, y sobre otros conocimientos políticos para poder aclararles un mejor panorama. Durante esta clase de conflictos la lógica se va desvaneciendo, y el ambiente se va recrudeciendo en episodios cada vez más bizarros, a medida que esta confrontación entre dos poderes que no quieren patear el tablero .
Ante la incertidumbre traté de leer otras coberturas para retomar mi propio camino. Esta nota de Agencia Lavaca , me ayudó a hacer una visión clara del panorama social de este conflicto, y les recomiendo que la lean. Sobretodo la aclaración que efectúan del término "Piquetero", -al que personalmente he utilizado erróneamente en los anteriores post-, por la simple razón de que D´elía hace tiempo que ha dejado ese accionar de protesta. Ahora, -el también defensor de la República Islámica y democrática de Irán-, debería ser bautizado como: "Funcionario Puntero Político". El uso del "Piquete" le correspondería técnicamente a los cortes de ruta que se efectúan en el campo, pero es utilizado intencionalmente como recurso descalificativo por los grandes medios que sugieren a la opinión pública hacia dónde deben dirigirse.

Finalmente, dejaré algunas declaraciones que he ido recavando durante la manifestación a favor del Campo:

Un cartel mostraba el golpe bajo de comparar una foto de Cristina Kirchner con maquillaje y otra sin revoque estético sobre su cara. Las autoras un grupo de chicas jóvenes que todavía no necesitan recubrirse de insumos estéticos para mostrar su belleza, y se aprovechaban de la dura crisis que sufre la Presidenta para aceptar la vejez su cuerpo. Me pregunto qué opinarán acerca de lo que dijo Cristina en su discurso acerca de qué la atacan más sólo por su condición de mujer:



El mismo caso para con otra señora (más cercana a la edad de Cristina), que sostenía un cartel que decía "Cristina no nos enfrente entre nosotros". Escucharemos una versión más radical del asunto:



Otro cartel, era sostenido por un hombre vestido de traje de corte Tribunales, aunque manifestó que vivió mucho tiempo en el campo. Su contenido - que seguramente ha llevado un largo tiempo de elaboración- contenía 6 items relacionados a los casos de corrupción desde que el matrimonio Kirchner encabezaron el Poder Ejecutivo de la Nación. Y finalizaba con un "Váyanse a vivir a Cuba o a Venezuela":



Y para finalizar, entradas las altas horas de la noche, un nuevo agitador que portaba un megáfono expresó ideas como las siguientes que pegué de corrido en la edición del audio. Si tienen oído fino escucharán una voz que pertenecía al grupo de los jóvenes agitadores de boina campechana que movilizaron la manifestación durante toda la noche. La voz se dirigía hacia el portador del megáfono, y decía: "No te hagas el que manda".

jueves, marzo 27, 2008

Kcerolazo (2da Parte)

La tensión se mantuvo en un nivel alto durante el trascurso de la jornada de ayer. El campo mantuvo sus cortes y Cristina Kirchner guardó silencio después de su dramático discurso. Pero si prestó declaración el Ministro de Economía Martín Lousteau, quien ratificó la decisión del Gobierno de conservar el porcentaje actual de retenciones a las exportaciones, y sugirió a que la situación comience a mojarse con paños fríos para dar inicio a las rondas de diálogo entre ambos sectores. También se expresó el Ministro de Justicia Aníbal Fernandez, quien efectuó unas declaraciones dignas de la época del apogeo Duhaldista: "Si no se mueven de las rutas los moveremos nosotros. Hemos sido muy respetuosos , pero nadie es más guapo que nadie acá". ¿Mencioné a Duhalde? Si, reapareció de las cenizas, y declaró: "Para los países que quieren resolver conflictos, el diálogo es fundamental. Sobre todo en los sistemas democráticos. Yo, cuando asumí, en los momentos más difíciles de la patria, cuando todo se venía abajo y había un clima de anarquía, lo primero que hice fue llamar al diálogo". Estas fueron las palabras del ex Presidente que alguna vez dijo: "A mi nadie me va a hacer un cacerolazo", y quien tuvo que establecer una fecha de elecciones después de la violenta represión que sufrieron los piqueteros en el puente Pueyrredon, llevándose la vida de Maximiliano Kosteky y Darío Santillan.

Llegando la noche, las cacerolas volvieron a sonar. Otra vez las arterias de la Avenida Santa Fé comenzó a ser el punto de unión en común de los manifestantes. Llegando a la intersección de Callao se formó la mayor concentración previamente al traslado hacia la Plaza de Mayo.
Sobre Callao estaba atravesada una Jeep 4x4 de último lujo, y este es el punto de vista que expresó su conductor:



Luis D´elia y las Agrupaciones de Emilio Pérsico (Movimiento Evita) y Fernando "Chino" Navarro (Movimiento de Lomas). Pero a la Plaza acudieron primero algunos manifestantes con cacerolas y un grupo que pertenecía a las "Asambleas del Pueblo y de "Convergencia Socialistas" expresándose en contra del Gobierno y a Favor de los agrarios. No hace falta explicarles lo que sucedió después... palos, insultos, corridas, piedras, y algunos lastimados.
Tuve la oportunidad de acercar mi grabador hacia el líder piquetero. Esta vez tenía deseos de hacerle esa última pregunta que me había quedado en el tintero:



Entre los episodios contradictorios, un grupo de manifestantes a favor del Gobierno circulaban dando vueltas en ese mismo logar donde las Madres de Plaza de Mayo lo viene efectuando cada Jueves desde la década del 70. Ante la incertidumbre decidí preguntarle a alguien de la calesita humana para que exponga su punto de vista:



Veremos que sucederá el día de mañana que promete ser determinante para la evolución de la tensa situación.

martes, marzo 25, 2008

El Primer Kcerolazo

Durante el ocaso del atardecer, la tensión que se respiraba entre los productores agropecuarios dispersos en distintos puntos del país, entró en taquicardia. El principal detonante fue el discurso de la Señora Presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien respondió ante la continuación de la medida de fuerza que viene estableciendo el agro durante más de dos semanas:



Era un discurso de esperarse, conociendo anticipadamente el carácter de la Presidenta, cuando se desenvolvía oralmente en el Congreso mientras ejercía sus funciones como Diputada y Senadora Nacional. También la forma de réplica no ha sido modificada a como venía operando el ex Presidente Néstor Kirchner. Fue un único mensaje, sin posibilidad de respuesta o repregunta por parte de algún medio de comunicación (como lo requeriría un digno representante de un Gobierno democrático). Lo más trágico es que la estructura del discurso fue infundada por la famosa ley que estableció el estudio de la propaganda política... la ley del "enemigo único", que busca concentrar en una sola persona -o en un sector minoritario- el odio a hacia ese único adversario. De esta forma se genera la división del país en dos bandos, como requería la estratégica sabiduría de Maquiavello: "Divide y reinarás".

Sin embargo sucedió algo que estaba fuera de los planes de todos. La gente reaccionó... tomó sus cacerolas, comenzaron a hacer ruido, y espontáneamente se dirigieron hacia la calle a buscar un punto en común para que el ruido se haga cada vez más intenso, y el eco se escuche por toda la cuadra. Hijos de productores de campo provenientes del interior, familias, personas de clase media que adhieren al corte o simplemente rechazan su indignación por el discurso que acabaron de escuchar. Todos caminaban por Avenida Santa Fé, dirigiéndose hacia la Plaza de Mayo.
La multitud de manifestantes llegó a esa plaza tan acostumbrada a este tipo de actos. La policía solo actuó interrumpiendo algunos tramos del tránsito para que los manifestantes puedan llegar a su lugar de destino, y pocos efectivos se mantuvieron pasivamente detrás del vallado que separa la plaza de la casa rosada. Sin embrago, se podía observar algo que sobresalía en Avenida de Mayo. Eran banderas que identificaban organizaciones. Algo poco regular al contexto de los manifestantes que solo portaban cacerolas, banderas argentinas, y algunos carteles impresos que manifestaban su apoyo al campo. Los trapos pertenecían al "Movimiento Evita", al "Frente Transversal" y el grupo piquetero que comanda Luis D´elía quien estaba a la cabeza de los contramanifestantes. El encuentro entre las partes no se pudo evitar, y el piquetero ferviente defensor de la política kirchnerista abrió una brecha a través del uso de la fuerza, y mediante palos y corridas lograron introducirse en la plaza entonando en forma de canto "La plaza es nuestra".

Escuchemos la palabra de Luís D´elia que se repitió en todos los medios:



Luego del ingreso de los nuevos manifestantes, los que habían llegado primero decidieron abandonar el lugar porque no podían oponer semejante avanzada. De todas formas, sobre los escalones de la Catedral permanecieron unos pocos portadores de cacerolas totalmente indignados con el espectáculo que están presenciando.
Escuchemos los principales argumentos representados por estos dos productores entrerrianos que permanecían allí:



Apenas presioné el botón de pausa en esta grabación, los dos entrevistados se acercaron hacia una persona que estaba grabando con aerosol sobre una de las columnas de la catedral, y allí comenzaron nuevos incidentes. El resultado finalizó con la obligada sugerencia de los piqueteros a que se retiren los pocos caracoleros que se quedaban. Allí se entonaban canciones como "Ahí están los que apoyaron la Dictadura Militar".

Finalmente - con el inicio de la tormenta-, los piqueteros (orgullosos de cumplir con su cometido) se dirigieron hacia el obelisco por Diagonal Norte. Allí quedaban un grupo -ahora minoritario- a favor del agro, que se habían trasladado hacia el obelisco para no chocar con los piqueteros. Pero, faltando una cuadra para llegar al mayor símbolo fálico de la ciudad, empezaron las corridas, los piedrazos, y una persona que cae en el suelo de en una equina y es interceptada por un grupo numeroso que lo rodeó y lo trasformó en un ser receptor de patadas. La Policía a unos metros de allí, continuaba cumpliendo las órdenes de pasividad absoluta. D´elía copó el último punto estratégico, se apropió del obelisco, y se dio el lujo de golpear a un manifestante que lo trató de "Mercenario" delante de las cámaras de Televisión.

El juego de intereses se ha perpetrado ayer. El Gobierno que no quiere dar tregua, y atiende duramente a todo aquel que atente contra su consolidación del poder. El agro desesperado que no puede obtener beneficios por los altos costos de las retenciones en las exportaciones de productos primarios, en el momento de una grata coyuntura económica que le permite exportar al mercado exterior a un precio en Euros o Dólares. Los representantes de los medios como Clarín, han modificado su forma de ver al Gobierno, desde que Alberto Fernández, -por decreto de necesidad de urgencia- se ha instaurado como Presidente Ad Honorem de Papel Prensa, (empresa que abastece de papel a los grandes periódicos del país), y que sirve como herramienta de poder para regular los contenidos informativos de la Prensa. Así también entraron en el juego los partidos opositores (como la Coalición Cívica y el PRO) que inmediatamente apoyaron a los productores agropecuarios, aprovechando el primer acto de manifestación masiva en contra del oficialismo. La cuestión será ver como serán la evolución de estos hechos que nadie quiere dar a torcer la mano en estos momentos.

Agradezco a Martin Mauritz, un turista Alemán que -junto a su cámara de fotos- intentaba comprender una situación que cada vez tiene menos lógica. Creo que es difícil poder explicar en menos de 20 minutos más de 100 años de Historia Argentina.

















miércoles, marzo 19, 2008

Un Nuevo "Aguante"


Foto extraída de: Minuto Uno

Un cuchillo clavado en la pelota, es el símbolo de cómo la violencia ha pinchado nuestro fútbol. Alrrededor del esférico desinflado, hay unas cuantas bolsas de consorcio negras de tamaño extra. En el interior de cada bolsa convivían personas que representaban teatralmente el horror que exhibe el reposo provisorio de un cadáver, que aún mantiene la temperatura ambiente de la reciente escena del crimen. Esas actrices representaron la tragedia que alguno sus familiares padecieron en el mundo real. La escena teatral se ubicaba sobre el asfalto de la calle Viamonte al 1300, sede que alberga a Julio Grondona desde hace más de 20 años. Esta es la manera que eligió la asociación civil "Salvemos al Fútbol", junto con Familiares de Víctimas por la Violencia en el Fúbol Argentino (FAVIFA), para expresar la indignación ante la poca reacción que probocó la muerte de Emmanuel Alvarez, y también efectuar un pedido de acción más convincente por parte de los altos dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino.
Mónica Nizzardo era miembro de la Comisión Directiva del Club Atlanta, la conjugación en tiempo pasado del verbo "ser" lo estableció su conciencia, porque no quiso quiso se parte de la complicidad de los manejos turbios del club. Denunció al barrabrava Julio César Dib (alias Dippy), quien fue acusado de ocasionar los destrozos ocasionados en la sede el 17 de febrero de 2004. La justicia dictaminó en el juicio oral que Dippy debía ser liberado por el beneficio de la duda que otorgaron dos testigos que iban a declarar en su contra, pero prefirieron no intrometerse en tan delicado asunto. Mónica, impulsada por la indignación, estableció un lazo de comunicación con el ex juez Mariano Bergés, -que alguna vez se atrevió a suspender el Fútbol-, y empezaron a formar esta asociación que la llevó esta noche a vestirse de polietileno negro, y jugar al muerto frente a la puerta de entrada de la AFA:



La convocatoria, citaba a todos los hinchas del fútbol, e invitaba a dejar los respectivos colores de sus equipos para vestir el único color que estableció la última tendencia del pasado fin de semana... el negro de luto. Lamentablemente la cantidad de hinchas que se hicieron presentes no fue proporcional a la candidad de fanáticos que conviven en nuestro país. Si bien todos los medios de comunciación cubrieron el evento, otros medios más vinculados a la información deportiva, demostraron un mayor interés por conocer la lista de los jugadores que preseleccionados para disputar los juegos olímpicos en Pekín, que meterse en asuntos delicados que amenazan detener o generar pérdidas a la enorme maquinaria del Fútbol.

lunes, marzo 17, 2008

Volencia en el Futbol: La Solución que a Nadie le Conviene

Cronología de Hechos

Jueves:
  • Un colectivo trasladaba al plantel de Gimnasia de Jujuy para efectuar los regulares entrenamientos. Cuando el transporte estaba estacionando en el predio de Altos Hornos Zapla, unas 8 o 9 personas ingresaron al micro por la fuerza, bloquearon las puertas de salida, procedieron a increpar a los jugadores -producto de los últimos malos resultados deportivos que se fueron dando las semanas anteriores-, y (de paso cañazo) robaron la indumentaria deportiva del plantel bajo la amenaza visual de posesión de armas de fuego. El Técnico del Equipo, Carlos Ramazziotti intentó minimizar los hechos, pero el Presidente del del Club Jujeño, Raúl Ulloa efectuó la denuncia policial y las prácticas se llevaron a cabo con custodia policial.
Viernes:
  • Sabrina Beltrán de 17 años, -abrazada a su novio - , abandonaba su domicilio para dirigirse hacia el estadio donde se disputaría el clásico salteño entre Central Norte y Gimnasia y Tiro, por el Torneo Argentino B. Cuando la pareja llegó a la interesección entre la Avenida Belgrano y 25 de Mayo, Sabrina cae misteriosamente hacia el pavimento. Sólo se había escuchado un disparo de un arma calibre 22, centécimas antes del desplome corporal. Inmediatamente llegaron los médicos de guardia del Sanatorio El Carmen que está ubicado en la misma esquina. A pesar de la cercanía y de los numerosos intentos para reavivarla, la mujer no tuvo tiempo de agonizar el final de su vida. Según el informe policial, la pareja estaba acompañada por un grupo de jóvenes menores de edad que se trasladaban por la misma avenida, y uno de ellos portaba un arma de fuego. ¿Cómo y porqué llegó la bala a la cabeza de Sabrina? no se sabe todavía. Personal de la división de Criminalística de la Policía de la Provincia de Salta llegó de inmediato al lugar de los hechos. El Comisario Principal Héctor Hugarte expresó que se trató de un simple hecho circunstancial o un accidente protagonizado por uno de los amigos adolescentes que manipuló erróneamente el arma. Sin embargo, José Apace, miembro de la Comisión Directiva de central Norte fué al lugar para conocer mayor detalles del hecho. Hay otros testimonios que argumentan que en el momento del disparo, habían grupos de hinchas que también se dirigían al estadio por la misma avenida. Después del partido se registraron serios incidentes entre los hinchas, y por consecuencia de ello, hubo 7 detenidos.
Sábado:
  • Los hechos son confusos, los testimonios son contradictorios y se irán mutando según el desarrollo del tiempo y de la investigación. Lo concreto es que 40 (o 37) colectivos se estaban trasladando hacia el estadio de San Lorenzo. Los pasajeros que estaban dentro de esa preregrinación eran hinchas de Vélez, que estaban destinados a ocupar el sector visitante del estadio, para el partido que anticipaba un encuentro apasionante entre San Lorenzo y Velez Sársfield. La caravana iba transitando, entre las calles Perito Moreno y Balbastro, en cercanías del predio"La Quemita" que pertenece al Club Huracán (donde juegan las divisiones inferiores del club). En algún momento se escuchó el vibrante estruendo que suele percibirse cuando se sufre alguna clase de impacto. Algo se había metido en el pecho de Emmanuel Alvarez, que una vez introducido dentro de su cuerpo , prosegúía su camino directo al corazón. Si, ese mismo órgano vital que alimentaba su pasión por Velez, y que lo obligaba a viajar incondicionalmente hacia donde el fixture del torneo le sugería. Su derivación hacia el Hospital Piñeiro no impidió que el corazón de Emanuel se detuviera definitivamente. Los hinchas que llegaron al Nuevo Gasómetro -sobresaltados por los hechos-, inmediatamente pidieron la suspensión del partido. Para hacer conocer la verdadera gravedad de la situación, los fortineros comenzaron a romper el alambrado de la tribuna para abrir el hueco necesario para introducirse dentro del campo de juego. Los jugadores de Vélez, se enteraron de la situación y se conmocionaron. Hablaron con el árbitro Héctor Baldassi pidiendo la suspensión inmediata, pero la petición especial tardó mucho más tiempo de lo necesario, porque el encargado del operativo demoró en no asegurarle las garantías de seguridad requeridos para que se dé inicio el encuentro. Finalmente fue suspendido, e inteligentemente la policía le otorgó el mismo itinerario de regreso a la caravana de micros que había recorrido durante la ida, provocando una necesidad de "Vendetta" entre los hinchas de Velez que generaron angunos destrozos y otros desmanes en el predio de Huracán . ¿Quienes fueron los responsables del disparo matador? ¿Qué color de camiseta tenían? ¿Hacia donde se dirigieron después del asesinato? ¿Desde dónde y cómo ejecutaron el disparo? Cualquier hipótesis que salga de nuestra imaginación puede llegar a ser más concreta que cualquier indicio que reveló la investigación policial hasta este momento.
  • Leonardo Astrada renunciaba como Director Técnico de Colón, luego de la finalización del encuentro, que terminó en derrota del equipo santafecino por la mínima diferencia. En la salida del estadio, una joven de 20 años fue apuñalada cuando se armó una bataola entre hinchas y los efectivos policiales que garantizaban la seguridad del evento deportivo. Los hinchas enfurecidos querían hacer catársis insultando verbalmente al cuerpo técnico, a los jugadores y a los dirigentes producto de los escasos puntos obtenidos durante la temporada, y por la amenaza de un posible descenso de categoría. Algunos hinchas más exacerbados comenzaron a agredir a los uniformados, y el enfrentamiento devino en un posterior enfrentamiento interno entre barras. La joven apuñalada (hija de uno de ellos) recibió dos puntazos.
Domingo:
  • Jessica Leiva, una niña mendocina de 13 años, se dirigía hacia un negocio pegado a su casa para cumplir con el mandado que le habían encomendado. Sin explicación alguna, sintió un dolor extremo en su pómulo derecho y se desplomó automáticamente hacia el suelo. La niña fue trasladada con urgencia al Hospital Lencinas y luego derivada al Hospital Pediátrico Humberto Notti. El parte médico esta mañana, es que Jessica permanece internada en terapia intensiva, que está consciente pero sólo puede mover sus ojos y la cabeza. Su pronósticoo es reservado, aunque presenta estabilidad neurológica, pero los especialistas no saben si al operarla se generará alguna complicación que deje secuelas. !Qué imprudencia la de Jessica!, haber salido de su casa justo en el momento que se encontraron las hinchadas de Godoy Cruz e Independiende Rivadavia, quedando ubicada en el medio del fuego cruzado. Era muy factible haber recibido un golpe de algún proyectil o algún impacto de bala.
  • Para entender los sucesos internos de la barra de Boca les propongo algo: Primero cambiemos los colores Rojo y Blanco por Azul y amarillo, ahora cambiemos los quinchos de River por las instalaciones de "Casa Amarilla" del Club Boca Juniors, y finalmente cambiemos el nombre de Alan Schlenker por el de Mauro Martín, asi como también modificar el apodo de la banda "La banda del Oeste" que lideraba Adian Rousseau por otra que se denomina "Los de Lomas". Y como resultado obtendremos una receta similar con los mismos ingredientes y resultados de un producto, que solo se diferencia por la marca que los identifica. El equipo xeneize jugaba contra Huracán en el Estadio de Argentinos Juniors, pero su barra decidió congregarse de igual manera en La Boca para hacer una especie de previa. En ese predio acuden los socios que aprovenchan el fin de semana para efectuar actividades de esparcimiento jacompañados por los integrantes de su núcleo familiar. En ese mismo ámbito - y de alguna menera- comenzaron los incidentes violentos. El saldo dejó un herido de arma blanca, 183 detenidos y varios destrozos. ¿Porqué sucedió? Simplemente porque Rafael Di Zeo dejó el trono de la conducción de "La 12", y otros líderes se están disputando el poder en el momento de transición. No hay que olvidar el detalle de que las elecciones presidenciales en Bova Juniors serán el 18 de Mayo próximo. Como dice la hinchada: "la 12 es uno más" y eso también lo saben los candidatos que quieren presidir la dirigencia del club.
Todo Pasa

La reacción de la AFA (Asociación del Fútbol Argentino), fue un pobre comunicado oficial respondiendo superficialmente ante el asesinato del joven Emmanuel Alvarez. Sólo estableció la oblgación de realizar un minuto de silencio en cada encuentro oficial. ¿Qué sucedió? El dueño del anillo con la inscripción "Todo Pasa", está en Suiza representando la vicepresidencia de la FIFA. A cargo de la AFA, tuvo que quedarse el Secretario Ejecutivo de la Presidencia Luis Meiszner, quien no creyó necesario optar por las dos soluciones de corto plazo requeridas para mejorar la situación: Ni suspender la fecha de todas las divisiones del Fútbol Argentino, ni de prohibir la asistencia del público visitante a los estadios. Paso a citar la explicación de Meiszner: "Suspender la actividad significaría el triunfo de los violentos. Sería una hipocresía. No nos podemos encerrar y permitir que los violentos ganen esta batalla. Nadie piensa en cerrar los supermercados o las calles cuando ocurren delitos que dejan muertos. A los muertos se los honra con la ley en la mano para encontrar y castigar a los culpables, no cerrando las canchas."

A lo Fernández

El Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos ofreció una recompensa de 100.000 pesos a quein aporte datos sobre el asesino de Emanuel Alvarez. El Ministro Anibal Fernández, -como suele tenernos acostubrados- disparó una brutalidad fiel a su manejo Maquiavélico de la política: Lo sucedido fue simplemente "Un hecho criminal que no tiene nada que ver con el fútbol", "esta clase de hechos son imposibles de evitar".

La Solución

El Presidente de San Lorenzo Rafael Savino declaró ante los hechos: "Los dirigentes no podemos hacer más nada. ¿Qué podemos hacer: organizar el operativo policial? Yo no estudié para ser policía. Yo lo que soy es dirigente y a mí me votaron para administrar y proteger al club". "No sé si frenando el fútbol se acaba con esto, porque venimos de parche en parche y no se puede solucionar el problema de la violencia. Uno no quiere frenar esto por la pasión, por lo que la gente espera los fines de semana para que haya fútbol, pero llega un momento en que no sabés para dónde agarrar, no sabés si parar o no el fútbol". Es muy cierto lo que expresa el dirigente cuervo; frenar el fútbol es un parche que ya ha utilizado Julio Grondona cada vez que sucedía una muerte relacionadas al fútbol, que a la larga se utiliza destensionar a la opinión pública y proseguir con normalidad cuando los hinchas ruegan porque retorne el Fútbol sin importar sus consecuencias. Pero Savino como dirigente de un Club puede aportar mucho más que un grano de arena para que la violencia se termine. ¿Cómo? Los dirigentes de los clubes no deben permitir que los barrabravas sean financiadas. No deben usar a los jefes de la barra como punteros con fines electorales, ni tampoco introducirlos como socios del club para blanquear a estas asociaciones ílicitas, que se han constituído como un uso de fuerza parapolicial, y como otro bloque importante de poder que rodea al fútbol. ¿Cómo es posible que se haya llegado al punto de que los barras obtienen más gananacias, beneficios y mejores servicios que los verdaderos hinchas y socios que deben pagar la entrada y sufrir todos los estrictos controles de seguridad por los desmantes que protagoniza la barrabrava?

En la cancha

De todas formas decidí ir a la cancha el domingo a ver a River. Me encontré con que los accesos estaban bloqueados por más muros improvisados. Para poder ingresar a la popular tuve que dar toda la vuelta desde la Calle Udaondo hasta el inicio del puente como lo disponía la nueva seguridad. Tuve que enfrentar 3 rigurosos cacheos policiales, mostrando dos veces los elementos que tenía dentro de mi riñonera. !Incluso había un control de alcoholemia en la cola!. Cuando pude ingresar observé que la conexión entre la popular y el acceso que unía este sector con el polémico hall de River también estaba bloqueado. Transcurrieron unos 20 minutos para que finalmente pudiera ver el verde césped del campo de juego. Sin embargo, antes de comenzar a entrar a las inmediaciones del estadio, ya podía escuchar el sonido de los bombos de los Borrachos del Tablón. Ellos ya estaban adentro del Club, desde temprano. ¿Cómo es posible que hayan podido entrar más rápido que los demás hinchas? Pensar que los controles se intensificaron por los numerosos escándalos que protagonizaron sus peleas internas.
Los verdaderos hinchas pagamos por ver a River, a los barras les pagan por ello y no reciben ninguna clase de control alguno. Es otra parte más de vivir en el mundo del revés al que ya nos hemos acostumbrado.

jueves, marzo 06, 2008

El "Nunca Más" de Edgar Allan Poe

No creo que haga falta explicarles mayores detalles acerca de la vida tormentosa del escritor Edgar Allan Poe. La fotografía habla por sí sola, acerca de sus profundas depresiones, y de cómo las ahogaba mediante el consumo de alcohol y estupefacientes como el Láudano.
Poe es el maestro del género de Terror Literario, el creador del género Policial Detectivesco, y es una constante inspiración obligatoria para cada escritor contemporáneo. Por ejemplo: Julio Cortázar se dedicó a traducir sus obras completas, y Jorge Luis Borges sintió la necesidad de escribirle unas palabras de admiración.

En la placa, donde Poe fue enterrado por primera vez en Baltimore Maryland, está la inscripción simbólica de un cuervo, junto a la palabra "Nevermore" (Nunca Más). Referida al poema: "El cuervo"(1845) , que le dió su consagración definitiva como escritor dentro del mundo de la literatura.

El Cuervo
por Edgar Allan Poe


Cierta medianoche aciaga, cuando, con la mente cansada, meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido, como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.

«Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal; sólo eso y nada más.»

¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
Cada chispa desfalleciente dejaba un rastro espectral.
Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma en mis libros, ni consuelo a la pérdida abismal
de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
y aquí nadie nombrará.

Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas
me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era tal que, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:

«No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;
un tardío visitante esperando en mi portal.
Sólo eso y nada más».

Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:
«Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguido
y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
que dudé de haberlo oído...», y abrí de golpe el portal: sólo sombras, nada más.

La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,
y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;
pero en ese silencio atroz, superior a toda voz,
sólo se oyó la palabra «Leonor», que yo me atreví a susurran..
sí, susurré la palabra «Leonor» y un eco volvióla a nombrar.
Sólo eso y nada mas.

A un que mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.
«Esta vez quien sea que flama ha llamado a mi ventana;
veré pues de qué se trata, qué misterio habrá detrás.

Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.
¡Es el viento y nada más!»

Mas cuando abrí la persiana se coló por la ventana,
agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.
Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento, con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal, en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral; fue, posóse y nada más.

Esta negra y torva ave trocó, con su aire grave,
en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.
«Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser osado, viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;
¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?»
Dijo el cuervo: «Nunca más».

Que un ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa
sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal, pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.
Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal
que se llamara «Nunca más».

Mas el cuervo, altivo, adusto, no pronunció desde el busto, como si en ello le fuera el alma, ni una sola sílaba más.
No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna
hasta que al fin musité: «Vi a otros amigos volar;
por la mañana él también, cual mis anhelos, volará».
Dijo entonces: «Nunca más».

Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta;
«Sin duda -dije-, repite lo que ha podido acopiar
del repertorio olvidado de algún amo desgraciado
que en su caída redujo sus canciones a un refrán;
que pergeñó, acorralado, este lúgubre refrán:
"Nunca, nunca más"».

Como el cuervo aún convertía en sonrisa mi porfía
planté una silla mullida frente al ave y el portal;
y hundido en el terciopelo me afané con recelo
en descubrir que quería la funesta ave ancestral.
Qué pretendía esa torva ave, funesta y ancestral
al repetir: «Nunca más».

Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra
al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar;
eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada
sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.
¡Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar, y ya no usará nunca más!

Luego el aire se hizo denso, como si ardiera un incienso mecido por serafines de leve andar musical.
«¡Miserable! -me dije-; ¡Tu Dios estos ángeles dirige
hacia ti con el filtro que a Leonor te hará olvidar!
¡Bebe, bebe el dulce filtro, y a Leonor olvidarás! »
Dijo el Cuervo: «Nunca más».

« ¡Profeta -grité-, ser malvado; profeta eres, diablo alado!
¿Del Tentador enviado o acaso una tempestad
trajo tu torvo plumaje hasta este yermo paraje,
a esta morada espectral? ¡Mas, te imploro, dime ya,
dime, te imploro, si existe algún bálsamo en Galaad!»
Dijo el Cuervo: «Nunca más».

« ¡Profeta -grité-, ser malvado; profeta eres, diablo alado!
Por el Dios que veneramos, por el manto celestial, dile a este desventurado si en el Edén lejano
a Leonor, ahora entre ángeles, un día podré abrazar;
si a la radiante doncella en el Edén podré abrazar. »
Dijo el Cuervo: «¡Nunca más!».

«¡Diablo alado, no hables más!», dije, dando un paso atrás;
« ¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!

¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu ultraje
quiero sobre mi portal! ¡Deja en paz mi soledad!
¡Quita el pico de mi pecho y tu sombra del portal!»
Dijo el Cuervo: «Nunca más».

Y el impávido cuervo osado aun sigue, sigue posado,
en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,
cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal; y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
no se alzará... ¡nunca más!


Si querés leer el poema en Inglés, podés clickear acá.


Edgar Allan Poe, es uno de los pocos escritores que se atrevieron a publicar los secretos del proceso de composición de una obra.
El ensayo "Filosofía de la Composición", fue
publicado por primera vez en la revista "Graham's Magazine" de Filadelfia, en el mes de abril de 1846. En él Poe describe el método de cómo se fue desarrollando la historia de "El Cuervo".


Filosofía de la composición
por Edgar Allan Poe

En una nota que en estos momentos tengo a la vista, Charles Dickens dice lo siguiente, refiriéndose a un análisis que efectué del mecanismo de Barnaby Rudge: "¿Sabéis, dicho sea de paso, que Godwin escribió su Caleb Williams al revés? Comenzó enmarañando la materia del segundo libro y luego, para componer el primero, pensó en los medios de justificar todo lo que había hecho". Se me hace difícil creer que fuera ése precisamente el modo de composición de Godwin; por otra parte, lo que él mismo confiesa no está de acuerdo en manera alguna con la idea de Dickens. Pero el autor de Caleb Williams era un autor demasiado entendido para no percatarse de las ventajas que se pueden lograr con algún procedimiento semejante. Si algo hay evidente es que un plan cualquiera que sea digno de este nombre ha de haber sido trazado con vistas al desenlace antes que la pluma ataque el papel. Sólo si se tiene continuamente presente la idea del desenlace podemos conferir a un plan su indispensable apariencia de lógica y de causalidad, procurando que todas las incidencias y en especial el tono general tienda a desarrollar la intención establecida. Creo que existe un radical error en el método que se emplea por lo general para construir un cuento. Algunas veces, la historia nos proporciona una tesis; otras veces, el escritor se inspira en un caso contemporáneo o bien, en el mejor de los casos, se las arregla para combinar los hechos sorprendentes que han de tratar simplemente la base de su narración, proponiéndose introducir las descripciones, el diálogo o bien su comentario personal donde quiera que un resquicio en el tejido de la acción brinde la ocasión de hacerlo. A mi modo de ver, la primera de todas las consideraciones debe ser la de un efecto que se pretende causar. Teniendo siempre a la vista la originalidad (porque se traiciona a sí mismo quien se atreve a prescindir de un medio de interés tan evidente), yo me digo, ante todo: entre los innumerables efectos o impresiones que es capaz de recibir el corazón, la inteligencia o, hablando en términos más generales, el alma, ¿cuál será el único que yo deba elegir en el caso presente? Habiendo ya elegido un tema novelesco y, a continuación, un vigoroso efecto que producir, indago si vale más evidenciarlo mediante los incidentes o bien el tono o bien por los incidentes vulgares y un tono particular o bien por una singularidad equivalente de tono y de incidentes; luego, busco a mi alrededor, o acaso mejor en mí mismo, las combinaciones de acontecimientos o de tomos que pueden ser más adecuados para crear el efecto en cuestión. He pensado a menudo cuán interesante sería un artículo escrito por un autor que quisiera y que pudiera describir, paso a paso, la marcha progresiva seguida en cualquiera de sus obras hasta llegar al término definitivo de su realización. Me sería imposible explicar por qué no se ha ofrecido nunca al público un trabajo semejante; pero quizá la vanidad de los autores haya sido la causa más poderosa que justifique esa laguna literaria. Muchos escritores, especialmente los poetas, prefieren dejar creer a la gente que escriben gracias a una especie de sutil frenesí o de intuición extática; experimentarían verdaderos escalofríos si tuvieran que permitir al público echar una ojeada tras el telón, para contemplar los trabajosos y vacilantes embriones de pensamientos. La verdadera decisión se adopta en el último momento, ¡a idea entrevista tanta!, a veces sólo como en un relámpago y que durante tanto tiempo se resiste a mostrarse a plena luz, el pensamiento plenamente maduro pero desechado por ser de índole inabordable, la elección prudente y los arrepentimientos, las dolorosas raspaduras y las interpolación. Es, en suma, los rodamientos y las cadenas, los artificios para los cambios de decoración, las escaleras y los escotillones, las plumas de gallo, el colorete, los lunares y todos los aceites que en el noventa y nueve por ciento de los casos son lo peculiar del histrión literario. Por lo demás, no se me escapa que no es frecuente el caso en que un autor se halle en buena disposición para reemprender el camino por donde llegó a su desenlace. Generalmente, las ideas surgieron mezcladas; luego fueron seguidas y finalmente olvidadas de la misma manera. En cuanto a mí, no comparto la repugnancia de que acabo de hablar, ni encuentro la menor dificultad en recordar la marcha progresiva de todas mis composiciones. Puesto que el interés de este análisis o reconstrucción, que se ha considerado como un desiderátum en literatura, es enteramente independiente de cualquier supuesto ideal en lo analizado, no se me podrá censurar que salte a las conveniencias si revelo aquí el modus operandi con que logré construir una de mis obras. Escojo para ello El cuervo debido a que es la más conocida de todas. Consiste mi propósito en demostrar que ningún punto de la composición puede atribuirse a la intuición ni al azar; y que aquélla avanzó hacia su terminación, paso a paso, con la misma exactitud y la lógica rigurosa propias de un problema matemático. Puesto que no responde directamente a la cuestión poética, prescindamos de la circunstancia, si lo preferís, la necesidad, de que nació la intención de escribir un poema tal que satisficiera al propio tiempo el gusto popular y el gusto crítico. Mi análisis comienza, por tanto, a partir de esa intención. La consideración primordial fue ésta: la dimensión. Si una obra literaria es demasiado extensa para ser leída en una sola sesión, debemos resignarnos a quedar privados del efecto, soberanamente decisivo, de la unidad de impresión; porque cuando son necesarias dos sesiones se interponen entre ellas los asuntos del mundo, y todo lo que denominamos el conjunto o la totalidad queda destruido automáticamente. Pero, habida cuenta de que coeteris paribus, ningún poeta puede renunciar a todo lo que contribuye a servir su propósito, queda examinar si acaso hallaremos en la extensión alguna ventaja, cual fuere, que compense la pérdida de unidad aludida. Por el momento, respondo negativamente. Lo que solemos considerar un poema extenso en realidad no es más que una sucesión de poemas cortos, es decir, de efectos poéticos breves. Es inútil sostener que un poema no es tal sino en cuanto eleva el alma y te reporta una excitación intensa: por una necesidad psíquica, todas las excitaciones intensas son de corta duración. Por eso, al menos la mitad del "Paraíso perdido" no es más que pura prosa: hay en él una serie de excitaciones poéticas salpicadas inevitablemente de depresiones. En conjunto, la obra toda, a causa de su extensión excesiva, carece de aquel elemento artístico tan decisivamente importante: totalidad o unidad de efecto. En lo que se refiere a las dimensiones hay, evidentemente, un límite positivo para todas las obras literarias: el límite de una sola sesión. Ciertamente, en ciertos géneros de prosa, como Robinson Crusoe, no se exige la unidad, por lo que aquel límite puede ser traspasado: sin embargo, nunca será conveniente traspasarlo en un poema. En el mismo límite, la extensión de un poema debe hallarse en relación matemática con el mérito del mismo, esto es, con la elevación o la excitación que comporta; dicho de otro modo, con la cantidad de auténtico efecto poético con que pueda impresionar las almas. Esta regla sólo tiene una condición restrictiva, a saber: que una relativa duración es absolutamente indispensable para causar un efecto, cualquiera que fuere. Teniendo muy presentes en mí ánimo estas consideraciones, así como aquel grado de excitación que nos situaba por encima del gusto popular y por debajo del gusto crítico, concebí ante todo una idea sobre la extensión idónea para el poema proyectado: unos cien versos aproximadamente. En realidad cuenta exactamente ciento ocho. Mi pensamiento se fijó seguidamente en la elevación de una impresión o de un efecto que causar. Aquí creo que conviene observar que, a través de este trabajo de construcción, tuve siempre presente la voluntad de lograr una obra universalmente apreciable. Me alejaría demasiado de mi objeto inmediato presente si me entretuviese en demostrar un punto en que he insistido muchas veces: que lo bello es el único ámbito legítimo de la poesía. Con todo, diré unas palabras para presentar mi verdadero pensamiento, que algunos amigos míos se han apresurado demasiado a disimular. El placer a la vez más intenso, más elevado y más puro no se encuentra —según creo— más que en la contemplación de lo bello. Cuando los hombres hablan de belleza no entienden precisamente una cualidad, como se supone, sino una impresión: en suma, tienen presente la violenta y pura elevación del alma —no del intelecto ni del corazón— que ya he descrito y que resulta de la contemplación de lo bello. Ahora bien, yo considero la belleza como el ámbito de la poesía, porque es una regla evidente del arte que los efectos deben brotar necesariamente de causas directas, que los objetos deben ser alcanzados con los medios más apropiados para ello —ya que ningún hombre ha sido aún bastante necio para negar que la elevación singular de que estoy tratando se halle más fácilmente al alcance de la poesía. En cambio, el objeto verdad, o satisfacción del intelecto, y el objeto pasión, o excitación del corazón, son mucho más fáciles de alcanzar por medio de la prosa aunque, en cierta medida, queden también al alcance de la poesía. En resumen, la verdad requiere una precisión, y la pasión una familiaridad (los hombres verdaderamente apasionados me comprenderán) radicalmente contrarias a aquella belleza, que no es sino la excitación —debo repetirlo— o el embriagador arrobamiento del alma. De todo lo dicho hasta el presente no puede en modo alguno deducirse que la pasión ni la verdad no puedan ser introducidas en un poema, incluso con beneficio para éste; ya que pueden servir para aclarar o para potenciar el efecto global, como las disonancias por contraste. Pero el auténtico artista se esforzará siempre en reducirlas a un papel propicio al objeto principal que se pretenda, y además en rodearlas, tanto como pueda, de la nube de belleza que es atmósfera y esencia de la poesía. En consecuencia, considerando lo bello como mi terreno propio, me pregunté entonces: ¿cuál es el tono para su manifestación más alta? Éste había de ser el tema de mi siguiente meditación. Ahora bien, toda la experiencia humana coincide en que ese tono es el de la tristeza. Cualquiera que sea su parentesco, la belleza, en su desarrollo supremo, induce a las lágrimas, inevitablemente, a las almas sensibles. Así, pues, la melancolía es el más idóneo de los tonos poéticos. Una vez determinados así la dimensión, el terreno y el tono de mi trabajo, me dediqué a la busca de alguna curiosidad artística e incitante, que pudiera actuar como clave en la construcción del poema: de algún eje sobre el que toda la máquina hubiera de girar; empleando para ello el sistema de la introducción ordinaria. Reflexionando detenidamente sobre todos los efectos de arte conocidos o, más propiamente, sobre todo los medios de efecto —entendiendo este término en su sentido escénico—, no podía escapárseme que ninguno había sido empleado con tanta frecuencia como el estribillo. La universalidad de éste bastaba para convencerme acerca de su intrínseco valor, evitándome la necesidad de someterlo a un análisis. En cualquier caso, yo no lo consideraba sino en cuanto susceptible de perfeccionamiento; y pronto advertí que se encontraba aún en un estado primitivo. Tal como habitualmente se emplea, el estribillo no sólo queda limitado a las composiciones líricas, sino que la fuerza de la impresión que debe causar depende del vigor de la monotonía en el sonido y en la idea. Solamente se logra el placer mediante la sensación de identidad o de repetición. Entonces yo resolví variar el efecto, con el fin de acrecentarlo, permaneciendo en general fiel a la monotonía del sonido, pero alterando continuamente el de la idea: es decir, me propuse causar una serie continua de efectos nuevos con una serie de variadas aplicaciones del estribillo, dejando que éste fuese casi siempre parecido. Habiendo ya fijado estos puntos, me preocupé por la naturaleza de mí estribillo: puesto que su aplicación tenía que ser variada con frecuencia, era evidente que el estribillo en cuestión había de ser breve, pues hubiera sido una dificultad insuperable variar frecuentemente las aplicaciones de una frase un poco extensa. Por supuesto, la facilidad de variación estaría proporcionada a la brevedad de una frase. Ello me condujo seguidamente a adoptar como estribillo ideal una única palabra. Entonces me absorbió la cuestión sobre el carácter de aquella palabra. Habiendo decidido que habría un estribillo, la división del poema en estancias resultaba un corolario necesario, pues el estribillo constituye la conclusión de cada estrofa. No admitía duda para mí que semejante conclusión o término, para poseer fuerza, debía ser necesariamente sonora y susceptible de un énfasis prolongado: aquellas consideraciones me condujeron inevitablemente a la o larga, que es la vocal más sonora, asociada a la r, porque ésta es la consonante más vigorosa. Ya tenía bien determinado el sonido del estribillo. A continuación era preciso elegir una palabra que lo contuviese y, al propio tiempo, estuviese en el acuerdo más armonioso posible con la melancolía que yo había adoptado como tono general del poema. En una búsqueda semejante, hubiera sido imposible no dar con la palabra nevermore (nunca más). En realidad, fue la primera que se me ocurrió. El siguiente fue éste: ¿cual será el pretexto útil para emplear continuamente la palabra nevermore? Al advertir la dificultad que se me planteaba para hallar una razón válida de esa repetición continua, no dejé de observar que surgía tan sólo de que dicha palabra, repetida tan cerca y monótonamente, había de ser proferida por un ser humano: en resumen, la dificultad consistía en conciliar la monotonía aludida con el ejercicio de la razón en la criatura llamada a repetir la palabra. Surgió entonces la posibilidad de una criatura no razonable y, sin embargo, dotada de palabra: como lógico, lo primero que pensé fue un loro; sin embargo, éste fue reemplazado al punto por un cuervo, que también está dotado de palabra y además resulta infinitamente más acorde con el tono deseado en el poema. Así, pues, había llegado por fin a la concepción de un cuervo. ¡El cuervo, ave de mal agüero!, repitiendo obstinadamente la palabra nevermore al final de cada estancia en un poema de tono melancólico y una extensión de unos cien versos aproximadamente. Entonces, sin perder de vista el superlativo o la perfección en todos los puntos, me pregunté: entre todos los temas melancólicos, ¿cuál lo es más, según lo entiende universalmente la humanidad? Respuesta inevitable: ¡la muerte! Y, ¿cuándo ese asunto, el más triste de todos, resulta ser también el más poético? Según lo ya explicado con bastante amplitud, la respuesta puede colegirse fácilmente: cuando se alíe íntimamente con la belleza. Luego la muerte de una mujer hermosa es, sin disputa de ninguna clase, el tema más poético del mundo; y queda igualmente fuera de duda que la boca más apta para desarrollar el tema es precisamente la del amante privado de su tesoro. Tenía que combinar entonces aquellas dos ideas: un amante que llora a su amada perdida. Y un cuervo que repite continuamente la palabra nevermore. No sólo tenía que combinarlas, sino además variar cada vez la aplicación de la palabra que se repetía: pero el único medio posible para semejante combinación consistía en imaginar un cuervo que aplicase la palabra para responder a las preguntas del amante. Entonces me percaté de la facilidad que se me ofrecía para el efecto de que mi poema había de depender: es decir, el efecto que debía producirse mediante la variedad en la aplicación del estribillo. Comprendí que podía hacer formular la primera pregunta por el amante, a la que respondería el cuervo: nevermore; que de esta primera pregunta podía hacer una especie de lugar común, de la segunda algo menos común, de la tercera algo menos común todavía, y así sucesivamente, hasta que por último el amante, arrancado de su indolencia por la índole melancólica de la palabra, su frecuente repetición y la fama siniestra del pájaro, se encontrase presa de una agitación supersticiosa y lanzase locamente preguntas del todo diversas, pero apasionadamente interesantes para su corazón: unas preguntas donde se diesen a medias la superstición y la singular desesperación que halla un placer en su propia tortura, no sólo por creer el amante en la índole profética o diabólica del ave (que, según le demuestra la razón, no hace más que repetir algo aprendido mecánicamente), sino por experimentar un placer inusitado al formularlas de aquel modo, recibiendo en el nevermore siempre esperado una herida reincidente, tanto más deliciosa por insoportable. Viendo semejante facilidad que se me ofrecía o, mejor dicho, que se me imponía en el transcurso de mi trabajo, decidí primero la pregunta final, la pregunta definitiva, para la que el nevermore sería la última respuesta, a su vez: la más desesperada, llena de dolor y de horror que concebirse pueda. Aquí puedo afirmar que mi poema había encontrado su comienzo por el fin, como debieran comenzar todas las obras de arte: entonces, precisamente en este punto de mis meditaciones, tomé por vez primera la pluma, para componer la siguiente estancia: ¡Profeta! Aire, ¡ente de mal agüero! ¡Ave o demonio, pero profeta siempre! Por ese cielo tendido sobre nuestras cabezas, por ese Dios que ambos adoramos, di a esta alma cargada de dolor si en el Paraíso lejano podrá besar a una joven santa que los ángeles llaman Leonor, besar a una preciosa y radiante joven que los ángeles llaman Leonor". El cuervo dijo: "¡Nunca más!. Sólo entonces escribí esta estancia: primero, para fijar el grado supremo y poder de este modo, más fácilmente, variar y graduar, según su gravedad y su importancia, las preguntas anteriores del amante; y en segundo término, para decidir definitivamente el ritmo, el metro, la extensión y la disposición general de la estrofa, así como graduar las que debieran ante ceder, de modo que ninguna aventajase a ésta en su efecto rítmico. Si, en el trabajo de composición que debía subseguir, yo hubiera sido tan imprudente como para escribir estancias más vigorosas, me hubiera dedicado a debilitarlas, conscientemente y sin ninguna vacilación, de modo que no contrarrestasen el efecto de crescendo. Podría decir también aquí algo sobre la versificación. Mi primer objeto era, como siempre, la originalidad. Una de las cosas que me resultan más inexplicables del mundo es cómo ha sido descuidada la originalidad en la versificación. Aun reconociendo que en el ritmo puro exista poca posibilidad de variación, es evidente que las variedades en materia de metro y estancia son infinitas: sin embargo, durante siglos, ningún hombre hizo nunca en versificación nada original, ni siquiera ha parecido desearlo. Lo cierto es que la originalidad —exceptuando los espíritus de una fuerza insólita— no es en manera alguna, como suponen muchos, cuestión de instinto o de intuición. Por lo general, para encontrarla hay que buscarla trabajosamente; y aunque sea un positivo mérito de la más alta categoría, el espíritu de invención no participa tanto como el de negación para aportarnos los medios idóneos de alcanzarla. Ni que decir tiene que yo no pretendo haber sido original en el ritmo o en el metro de El cuervo. El primero es troqueo; el otro se compone de un verso octómetro acataléctico, alternando con un heptámetro cataléctico que, al repetirse, se convierte en estribillo en el quinto verso, y finaliza con un tetrámetro cataléctico. Para expresarme sin pedantería, los pies empleados, que son troqueos, consisten en una sílaba larga seguida de una breve; el primer verso de la estancia se compone de ocho pies de esa índole; el segundo, de siete y medio; el tercero, de ocho; el cuarto, de siete y medio; el quinto, también de siete y medio; el sexto, de tres y medio. Ahora bien, si se consideran aisladamente cada uno de esos versos habían sido ya empleados, de manera que la originalidad de El cuervo consiste en haberlos combinado en la misma estancia: hasta el presente no se había intentado nada que pudiera parecerse, ni siquiera de lejos, a semejante combinación. El efecto de esa combinación original se potencia mediante algunos otros efectos inusitados y absolutamente nuevos, obtenidos por una aplicación más amplia de la rima y de la aliteración. El punto siguiente que considerar era el modo de establecer la comunicación entre el amante y el cuervo: el primer grado de la cuestión consistía, naturalmente, en el lugar. Pudiera parecer que debiese brotar espontáneamente la idea de una selva o de una llanura; pero siempre he estimado que para el efecto de un suceso aislado es absolutamente necesario un espacio estrecho: le presta el vigor que un marco añade a la pintura. Además, ofrece la ventaja moral indudable de concentrar la atención en un pequeño ámbito; ni que decir tiene que esta ventaja no debe confundirse con la que se obtenga de la mera unidad de lugar. En consecuencia, decidí situar al amante en su habitación, en una habitación que había santificado con los recuerdos de la que había vivido allí. La habitación se describiría como ricamente amueblada: con objeto de satisfacer las ideas que ya expuse acerca de la belleza, en cuanto única tesis verdadera de la poesía. Habiendo determinado así el lugar, era preciso introducir entonces el ave: la idea de que ésta penetrase por la ventana resultaba inevitable. Que al amante supusiera, en el primer momento, que el aleteo del pájaro contra el postigo fuese una llamada a su puerta era una idea brotada de mi deseo de aumentar la curiosidad del lector, obligándole a aguardar; pero también del deseo de colocar el efecto incidental de la puerta abierta de par en par por el amante, que no halla más que oscuridad, y que por ello puede adoptar en parte la ilusión de que el espíritu de su amada ha venido a llamar... Hice que la noche fuera tempestuosa, primero para explicar que el cuervo buscase la hospitalidad; también para crear el contraste con la serenidad material reinante en el interior de la habitación. Así, también, hice posarse el ave sobre el busto de Palas para establecer el contraste entre su plumaje y el mármol. Se comprende que la idea del busto ha sido suscitada únicamente por el ave; que fuese precisamente un busto de Palas se debió en primer lugar a la relación íntima con la erudición del amante y en segundo término a causa de la propia sonoridad del nombre de Palas. Hacia mediados del poema, exploté igualmente la tuerza del contraste con el objeto de profundizar la que sería la impresión final. Por eso, conferí a la entrada del cuervo un matiz fantástico, casi lindante con lo cómico, al menos hasta donde mi asunto lo permitía. El cuervo penetra con un tumultuoso aleteo. No hizo ni la menor reverencia, no se detuvo, no vaciló ni un minuto; pero con el aire de un señor o de una dama, colgóse encima de la puerta de mi habitación... En las dos estancias siguientes, el propósito se manifiesta aun más: Entonces aquel pájaro de ébano, que por la gravedad de su postura y la severidad de su fisonomía inducía a mi triste imaginación a sonreír: "Aunque tu cabeza", le dije, "no lleve ni capote ni cimera, ciertamente no eres un cobarde, lúgubre y antiguo cuervo partido de las riberas de la noche. ¡Dime cuál es tu nombre señorial en las riberas de la noche plutónica". El cuervo dijo: "¡Nunca más!". Me maravilló que aquel desgraciado volátil entendiera tan fácilmente la palabra, sí bien su respuesta no tuvo mucho sentido y no me sirvió de mucho; porque hemos de convenir en que nunca más fue dado a un hombre vivo el ver a un ave encima de la puerta de su habitación, a un ave o una bestia sobre un busto esculpido encima de la puerta de su habitación, llamarse un nombre tal como "¡Nunca más!". Preparado así el efecto del desenlace, me apresuro a abandonar el tono fingido y adoptar el serio, más profundo: este cambio de tono se inicia en el primer verso de la estancia que sigue a la que acabo de citar: Mas el cuervo, posado solitariamente en el busto plácido, no profirió..., etc. A partir de este momento, el amante ya no bromea; ya no ve nada ficticio en el comportamiento del ave. Habla de ella en los términos de una triste, desgraciada, siniestra, enjuta y augural ave de los tiempos antiguos y siente los ojos ardientes que le abrasan hasta el fondo del corazón. Esa transición de su pensamiento y esa imaginación del amante tienen como finalidad predisponer al lector a otras análogas, conduciendo el espíritu hacia una posición propicia para el desenlace, que sobrevendrá tan rápida y directamente como sea posible. Con el desenlace propiamente dicho, expresado en el jamás del cuervo en respuesta a la última pregunta del amante —¿encontrará a su amada en el otro mundo?—, puede considerarse concluido el poema en su fase más clara y natural, la de simple narración. Hasta el presente, todo se ha mantenido en los límites de lo explicable y lo real. Un cuervo ha aprendido mecánicamente la única palabra jamás; habiendo huido de su propietario, la furia de la tempestad le obliga, a medianoche, a pedir refugio en una ventana donde aún brilla una luz: la ventana de un estudiante que, divertido por el incidente, le pregunta en broma su nombre, sin esperar respuesta. Pero el cuervo, al ser interrogado, responde con su palabra habitual, nunca más: palabra que inmediatamente suscita un eco melancólico en el corazón del estudiante; y éste, expresando en voz alta los pensamientos que aquella circunstancia le sugiere, se emociona ante la repetición del jamás. El estudiante se entrega a las suposiciones que el caso le inspira; mas el ardor del corazón humano no tarda en inclinarle a martirizarse, así mismo y también por una especie de superstición a formularle preguntas que la respuesta inevitable, el intolerable "nunca más", le proporcione la más horrible secuela de sufrimiento, en cuanto amante solitario. La narración en lo que he designado como su primera fase o fase natural, halla su conclusión precisamente en esa tendencia del corazón a la tortura, llevada hasta el último extremo: hasta aquí, no se ha mostrado nada que pase los límites de la realidad. Pero, en los temas manejados de esta manera, por mucha que sea la habilidad del artista y mucho el lujo de incidentes con que se adornen, siempre quedan cierta rudeza y cierta desnudez que dañan la mirada de la persona sensible. Dos elementos se exigen eternamente: por una parte, cierta suma de complejidad, dicho con mayor propiedad, de combinación; por otra cierta cantidad de espíritu sugestivo, algo así como una vena subterránea de pensamiento, invisible e indefinido. Esta última cualidad es la que le confiere a la obra de arte el aire opulento que a menudo cometemos la estupidez de confundir con el ideal. Lo que transmuta en prosa —y prosa de la más baja estofa—, la pretendida poesía de los que se denominan trascendentalistas, es justamente el exceso en la expresión del sentido que sólo debe quedar insinuado, la manía de convertir la corriente subterránea de una obra en la otra corriente, visible en la superficie. Convencido de ello, añadí las dos estancias que concluyen el poema, porque su calidad sugestiva había de penetrar en toda la narración antecedente. La corriente subterránea del pensamiento se muestra por primera vez en estos versos: Arranca tu pico de mi corazón y precipita tu espectro lejos de mi puerta. El cuervo dijo: "Nunca más" Quiero subrayar que la expresión de mi corazón encierra la primera expresión poética. Estas palabras, con la correspondiente respuesta, jamás, disponen el espíritu a buscar un sentido moral en toda la narración que se ha desarrollado anteriormente. Entonces el lector comienza a considerar el cuervo como un ser emblemático pero sólo en el último verso de la última estancia puede ver con nitidez la intención de hacer del cuervo el símbolo del recuerdo fúnebre y eterno. Y el cuervo, inmutable, sigue instalado, siempre instalado sobre el busto plácido de Palas, justo encima de la puerta de mi habitación; y sus ojos parecen los ojos de un demonio que medita; y la luz de la lámpara, que le chorrea encima, proyecta su sombra en el suelo; y mi alma, fuera del círculo de aquella sombra que yace flotando en el suelo, no podrá elevarse ya más, ¡nunca más!


Para que puedan apreciar el valor de la pronunciación del poema en su versión original, adjuntaremos una pista de audio extraída del disco de Lou Reed: "The Raven".
El actor Willem Dafoe es el encargado de la voz narradora:



Para los necesitados de alguna demostración con imágenes (o para los que se cansaron de leer y escuchar), adjuntaremos la brillante adaptación que hicieron en "Los Simpsons", como parte de una de las histórias de la primera
"Treehouse of Horror" (Especial de Noche de Brujas de Los Simpsons):

La versión en idiona original: Cuya narración de la historia esta a cargo del actor James Earl Jones (quien hizo la voz de Dath Vader)


Link: sevenload.com


La versión en Idioma Español (América Latina): En homenaje a Humberto Velez, (la voz de Homero Simpson), a quien extrañamos mucho:


 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Macys Printable Coupons