jueves, julio 31, 2008

Trágicas Demostraciones de Fuerza (Parte I)

Fotografía: Alejandro Moreyra

25 de Mayo

Carlos Marriera tenía 28 años, siempre vivió en San Isidro de Lules, una localidad ubicada a 18 kilómetros de San Miguel de Tucumán. Hacía dos años que había sido incorporado como empleado Municipal en su cuidad natal, y anhelaba poder desempeñarse como docente en el campo de la actividad física. Entre ese sueño, se coló uno nuevo de forma inesperada. Un amigo del barrio le estaba ofreciendo la oportunidad de visitar por primera vez la Ciudad de Buenos Aires.

Fue así como decidió emprender el viaje en ómnibus en compañía de un contingente de 200 personas provenientes de varios puntos de su provincia. Durante el viaje Carlos iba cantando alegremente folklore hasta transcurrir los primeros minutos de la madrugada donde finalmente cedió ante el cansancio del extenso viaje, y se durmió hasta llegar a Buenos Aires, recostado en una de las butacas de la quinta fila del micro.

Al despertar, su reloj marcaba las 5:30 de esta mañana. Desde la ventanilla, pudo ver como los reflejos del sol iluminaban los primeros indicios de que ya estaba en Capital Federal. El tedioso recorrido de más de mil kilómetros finalizó en las inmediaciones del Congreso Nacional. Allí pudo apoyar sus pies por primera vez sobre el suelo de la Capital, y junto a sus compañeros, caminaron lentamente por la Avenida de Mayo hacia la histórica Plaza. Carlos se sentía afortunado de estar allí, y preveía que a su regreso un mejor porvenir lo estaría esperando.

Pasaron 5 horas desde su llegada a la Plaza, ya estaba acercándose el mediodía. Murriera estaba sentado cerca del escenario que se había montado a espaldas de la Casa Rosada. En ese ínterin se levantó y decidió caminar cerca de la Pirámide junto a un compañero suyo de la Municipalidad de Lules. Ese corto trayecto fue interrumpido bruscamente, y la vida de Carlos se apagó definitivamente.

Fue en ese preciso instante cuando un trozo de hierro, de aproximadamente 40 centímetros de diámetro, que pertenecía a uno de los antiguos faroles de iluminación de la Plaza de Mayo, se desprendió bruscamente e impactó llanamente sobre la cabeza del transeúnte. Esa parte metálica que cedió del farol de bronce, tenía un peso que promedia los 15 kilogramos, y cayó desde unos siete metros de altura. Al parecer, un cartel pasacalle que fue colocado improvisadamente por los manifestantes, -sumado a la acción del viento-, provocaron el desplome de una parte de la estructura del farol sobre el hombre.

Un video de seguridad mostró claramente cuando Carlos caminaba por la derecha de la pirámide de Mayo -de cara al escenario-, y el farol cae sobre él. También se pudo observar en la grabación como los fuertes vientos movían violentamente sobre los carteles atados entre los postes de iluminación. Después del episodio infortuito, el lugar del accidente había sido rodeado con un cordón policial. La ambulancia demoró varios minutos en llegar, y la víctima permaneció acostada sobre el piso, perdiendo mucha sangre, mientras otros manifestantes lo rodeaban. Junto a su cabeza, estaba el pedazo de metal homicida, y unos cuantos trozos de vidrio blanco provenientes de la caída.

Finalmente fue trasladado por una ambulancia del SAME hasta el Hospital Argerich. Allí intentaron operarlo, pero murió poco antes de las 12.30, según confirmó uno de los médicos que lo atendió. El director general del SAME, Alberto Crescenti, explicó que había sufrido "un traumatismo de cráneo severo, con pérdida de conocimiento y herida cortante en la cabeza" y que se encontraba en coma. El director del Hospital Argerich, Donato Spaccavento, aportó más detalles clínicos: “El paciente ingresó en estado de coma profundo, que afecta el sistema nervioso central casi de manera irreversible. Se le hicieron todas las maniobras de recuperación, pero perdió la vida”.

Pocos minutos antes de las 15, el cadáver era retirado del hospital para ser trasladado a la Morgue Judicial.

Mientras tanto, en la plaza, el comisario Mario Alberto Morales, de la seccional 2º, dispuso que varios uniformados rodearan la columna de iluminación para evitar que otros manifestantes corrieran la misma suerte, y que personal especializado verificara el estado de todos los artefactos lumínicos de la Plaza.

Al comenzar el acto en la plaza, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió un minuto de silencio por la reciente muerte del joven tucumano.

Según las primeras informaciones, el Poder Ejecutivo Tucumano puso a disposición un avión sanitario para el traslado de los restos. La confirmación oficial estaba a cargo del Secretario General de la Gobernación, Ramiro González Navarro. Pero, estos datos no se corresponden con las quejas de Esther Córdoba, tía de la víctima: “Ni siquiera tuvieron la delicadeza de traer el cuerpo en avión”, Tuvimos que esperar más de 24 horas para poder encontrarnos con el cuerpo de Carlos. Primero se dijo que lo iban a traer en un avión sanitario. Luego nos informaron que por convenios internacionales y por un desperfecto mecánico no lo podían hacer. Seguro que si era un político le alquilaban un avión para traerlo. No es justo que nos hayan hecho eso”.

Una de las personas que integraba la delegación tucumana (quien solicitó preservar su anonimato), que se encontraba en inmediaciones del Hospital Argerich, lanzó la primera piedra. Reconoció públicamente que les habían entregado 100 pesos, dos sánguches y una gaseosa, por haberse presentado al acto Kirchnerista. Así se daba a entender que se trataba de uno de los típicos viajes organizados por dirigentes y punteros políticos de base, con características clientelares.

Rubén Marriera, manifestó en una radio porteña que su hermano estaba desocupado y que se subió a uno de los micros fletados para llevar manifestantes a Plaza de Mayo porque le iban a conseguir trabajo.

Rubén agregó que su familia se enteró del trágico suceso por la televisión, porque nadie los había anoticiado.

Carlos había decidido viajar al acto porque le habían prometido conseguirle un trabajo y además le iban a dar unos 200 pesitos, según me dijeron los muchachos. Yo nunca estuve de acuerdo con que hiciera el viaje, porque nunca tuve filiación política. Siempre viví de mi trabajo de canillita y de los trabajos particulares que podía hacer, pero jamás del Estado. ¿Cómo le iba a decir que no? El estaba ilusionado con poder seguir estudiando y además quería conocer Buenos Aires y la cancha de Boca. Amaba el deporte y mire cómo terminó”, expresaba vociferando en forma entrecortada el padre del difunto, Rubén Marriera.

Según contaban algunos vecinos en Lules, -mientras velaban los restos del recién llegado del viaje a Buenos Aires-, el tour había sido organizado por los concejales del justicialismo Roque Gaby Salazar y Ariel Sánchez. Por participar del acto habían ofrecido 200 pesos y a Carlos y le habían prometido la posibilidad de un trabajo estable en la Municipalidad. Desde que terminó de cursar el secundario, el “Gordo”, -como lo llamaban sus conocidos-, intentaba ingresar al mercado laboral estatal para poder tener un ingreso mensual fijo, y cubrir los gastos que le demandaba la carrera de Educación Física, donde aspiraba ingresar, cuando terminara de rendir un par de materias que debía del secundario. Hasta diciembre del año pasado había sido beneficiario de un plan social de 300 pesos. Por ser adjudicado por ese beneficio, bebía prestar a cambio algunas labores en la Dirección de Parques y Jardines. Durante esos días se preparaba, para ingresar a trabajar en un empaque de frutillas, mientras esperaba que saliera la designación definitiva en la Municipalidad.

Fotografía: Alejandro Moreyra

La diputada nacional Beatriz Rokjés, vicepresidenta del PJ nacional y esposa del gobernador de Tucumán José Alperovich contradijo el argumento clientelista: “Acá desmentir o no, es lo mismo, porque una vez que ha sido escrito, ya ha sido publicado, siempre va a quedar la duda. Acá (por los actos) vienen quienes quieren. Sí se les paga el viático, la comida que se le da a cada uno. Es una gran parte de lo que es la democracia. La tranquilidad está en que van quienes realmente quieren”.

Luego se sumaron a las declaraciones otros actores provenientes del mundo de la política en relación a la tragedia mencionada. Por ejemplo, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, publicó un comunicado que expresaba las razones del hecho: "Se produjo por la caída de una farola que sufría la sobrecarga de carteles partidarios colocados violando una ordenanza por la cual se prohíbe expresamente colgar elementos de las luminarias públicas". A su vez, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, a cargo de Juan Pablo Piccardo, señaló que: "un equipo técnico verificó que la lámpara se precipitó porque recibió mucha presión de los pasacalles por el accionar del viento”.

El diputado porteño Eduardo Epszteyn del Partido Diálogo por Buenos Aires, presentó un pedido de informes en la Legislatura para que el Ejecutivo Comunal responda sobre la situación de los pasacalles en el entramado urbano. La solicitud requiere que se detalle: "La cantidad de pasacalles que el gobierno retiró de las plazas de la Ciudad - específicamente en la Playa de Mayo- en los últimos seis meses; cuántos relevamientos y controles se efectuaron hasta el momento; qué instrucciones recibe la empresa Mantelectric (encargada del mantenimiento) para realizar el mantenimiento del servicio de alumbrado y qué medidas preventivas se tomaron para evitar que se cometan este tipo de infracciones."

El bloque de diputados de la Coalición Cívica presentó un pedido de informes para que el gobierno: “responda si el Estado pagó a ciudadanos para que concurran al acto” en Plaza de Mayo, como se denuncia en el caso de Marriera. Elisa Carrió, principal exponente del partido, expresó su profunda consternación por el episodio y señaló que: “Quiero saber si el Estado había prometido dinero y trabajo para que el joven muerto en Plaza de Mayo concurra al acto de la presidenta”.

Muchas de las personas que concurrieron al sepelio de Carlos Marriera señalaban al gobernador Alperovich y a su esposa, Beatriz Rojkés, como responsables políticos directos del viaje. Ellos habían expresado públicamente ante el Diario Perfil que los traslados de personas para el acto habrían sido financiados por el justicialismo local, donde la diputada Rojkés ejerce la presidencia.

Otros parientes cercanos expresaron al respecto: “Acá el único que se acercó a darnos una mano y a ponerse a disposición nuestra fue el intendente justicialista Luis Kelo Dip. Después, el resto brilló por su ausencia”.

Entre tanto, Lucía Córdoba - madre de Carlos- , sollozaba entre llantos y gritos: “¿Dónde están los que se llevaron a mi hijo? ¿Dónde están? No me importa nada ni nadie, ni la Presidenta, porque nadie me va a devolver a mi hijo”. Solamente el silencio pudo darle una respuesta en el Oratorio de San Antonio de Pauda, donde se realizó el velatorio: “Espero que la muerte de mi hijo no haya sido en vano y que la presidenta Cristina de Kirchner se deje de joder con estos actos, en los que se arrea a los jóvenes como si fueran ganado. Ella debe dejar de prometer y dar trabajo a los jóvenes para que nunca más vuelvan a suceder estas cosas”.

jueves, julio 17, 2008

Finalmente, La cámara alta del Congreso Nacional votó por el NO a la famosa resolución 125, que inició el conflicto entre el Gobierno y los representantes del campo durante estos extensos 200 días. La votación resultó en un empate técnico, 36 a 36. El Vicepresidente del Poder Ejecutivo, Julio Cobos, también a cargo de la presidencia de la Honorable Cámara de senadores, debió interceder para desempatar la votación:



Pensemos lo que ocurrió el 17 de Julio del corriente año, hace apenas 58 días: Un grupo de Diputados Nacionales habían convocado a una sesión especial en el parlamento para derogar la medida del ex Ministro de Economía Lousteau, impuesta el 11 de Marzo.
El resultado se puede ver en esta foto: Sin Quorum


A la siguiente semana, los Diputados renovaron su intención de levantar una sesión donde se insistía en derogar la 125. Pero la intentona nuevamente fracasó por la ausencia absoluta del bloque del los diputados que adherían al Kirchnerismo. Los opositores apenas habían logrado reunir a 45 personas.

El martes 17 de Junio, Cristina Fernandez de Kirchner decidió enviar al Congreso de la Nación, el proyecto de las retenciones móviles. Después de extensas deliberaciones en las comisiones, se logró el quorum necesario para comenzar a sesionar. Una cifra récord de asistencias, y una duración de 19 horas ininterrumpidas de lista de oradores.
El resultado fue el siguiente:



Es sorprendente cómo este conflicto, nos ha mostrado cómo la política puede cambiar radicalmente de rumbo en menos de dos meses. Esperemos que sea el inicio de una resolución favorable para todos los sectores, para la evolución de nuestro país, y especialmente para la Democracia.

 
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