lunes, agosto 11, 2008

A la Camaaa!!!


El último episodio que desencadenó la ida de Ariel Ortega de River Plate, es un claro ejemplo de cómo los empresarios pueden utlizar a los medios de comunicación como herramienta para obtener mejores réditos en sus emprendimientos privados.
Para ello, es menester explicarles previamete, algunos detalles previos importantes para entender la situación del ìdolo de River:

Como ya es de conocimiento público, el burrito Ortega padece un serio problema de adicción desde hace aproximadamente 14 años.
A medida que se iban intensificando las ausencias injustificadas del jugador a los entrenamientos, la comisión directiva y el cuerpo técnico del Club crecían en impaciencia y en la necesidad de deshacerse del foco del escándalo. Por lo menos eso fue lo que se percibió durante la reunión que efectuaron
el presidente del club, José María Aguilar el entrenador Diego Simeone y el delantero, tras la penúltima recaída luego de que River Campeonara en la temporada pasada. Hubo un acuerdo, pero dejando en claro que este sería el último indulto.


La semana pasada, se puedo ver por la pantalla de América, un informe en el Noticiero de la emisora que mostraba imágenes exclusivas de Ariel Ortega manejando su camioneta de 4 tracciones estacionada en una estación de Servicio ubicada a pocas cuadras del canal América. Guillermo Andino, en el relato en off del informe detallaba -mediante el uso de verbos potenciales-, que el jugador estaba en serio estado de ebriedad, y que representaría un peligro para los individuos que estaban cerca del escenario que mostraban las cámaras. Minutos después de detectar la cámara del medio, el conductor del vehículo emprende su viaje en reversa topeteando uno de los surtidores de la playa de la estación. En el audio de ambiente se puede escuchar levemente el pedido de algunos testigos para que la cámara deje de rodar, y que respete la intimidad del jugador.
Al día siguiente, Ortega no se presenta al entrenamiento matutino, y Simeone le comunica a los dirigentes que no lo tendrá en cuenta. Rápidamente trasciende una posible oferta proveniente de Emiratos Arabes para trasferir al jugador hacia Oriente. Pero será otro equipo quien inclinó la balanza... Independiente Rivadavia de Mendoza, un equipo que lleva pocas temporadas en la segunda categoría del fútbol argentino. La burocracia fue rápida, y el jugador ya se encuentra entrenado en la Provincia del vino.


El personaje que aparece acompañando al Burrito es Daniel Vila, un afortunado empresario mendocino que pudo hacerse de una gran cantidad de microemprendimientos como: bodegas, jugosos contratos con el rubro de la construcción, y otros emprésitos relacionados a la extracción de hidrocarburos.
Desde hace tres años, logró obtener la gerencia-presidencia del Club Independiente Ribadavia de Mendoza. Y fue él mismo en persona quien se encargó de presentar la flamante incorporación mediante conferencia de prensa. En una entrevista que realizó para Perfil, el empresario comenta al respecto:

¿Usted tiene viñedos?

—Sí, claro, y producimos distintos varietales como malbec, chardonnay y torrontés.

¿Y no le hicieron el chiste de que Mendoza no parece el mejor lugar para tratar el alcoholismo?

—Sí, me lo hicieron, pero hasta donde sé a Ariel no le gusta el vino. El problema es si hubiera ido a Quilmes, por ejemplo.

¿Cuándo pensó por primera vez que Ortega podía ser jugador del club?

—Fue una idea que surgió el año pasado, cuando él hizo el tratamiento en Chile. Cuando volvió, no sabía si se iba a quedar en River. Me entrevisté con él un par de veces para invitarlo a sumarse al club y me dijo que su primera opción era seguir jugando en River, y que si no lo tenían en cuenta podría analizar la posibilidad. En aquel momento lo confirmaron, salió campeón, y cuando se dio la separación del plantel de la semana pasada le recordé la invitación. Y después de un par de conversaciones telefónicas que tuvimos, porque yo estaba en Miami, nos pusimos de acuerdo.


El último detalle importante para mencionar es que Daniel Vila, junto a su socio José Luis Manzano, poseen una gran cantidad de Multimedios. Entre ellos se encuentra el canal América... el mismo canal que hacía unos días atrás descubría con total exclusividad la infortunada noche de Ortega, que le costó su permanencia en River sin tener muchas opciones que aceptar la oferta de Independiente Rivadavia, cuyo dueño puede llegar a incidir sobre los contenidos periodísticos de sus medios. Veamos que opina al respecto:

“Esas últimas imágenes de él, tan comentadas, no las vi porque estaba fuera del país, y para colmo me había quedado sin computadora porque me había entrado un virus y ni siquiera podía usar Internet”, dijo.

—¿Le pareció desacertada la decisión de América de mostrar a Ortega en esa situación?

—La verdad es que no lo sé porque no lo he visto. No conozco el tema

Aquí tienen un informe que recopiló La Vaca sobre los negocios de Daniel Vila sospechados ante la propia AFIP.

Si el periodismo deportivo argentino hubiera tenido la capacidad de investigar ( o la libertad) de poder analizar este asunto, sus análisis respecto a la situación de Ortega hubiera adquirido más prestigiosas interpretaciones.

También adjunto el informe que elaboró TVR al respecto:

sábado, agosto 02, 2008

Trágicas Demostraciones de Fuerza (Parte 2)

9 de Julio

Juan Valdéz, un ex trabajador ferroviario de 54 años de edad había sido cesanteado del taller donde desempeñaba su labor junto a las vías del tren en 1996. Según contaban sus amigos, era un hombre menudo, silencioso y muy religioso. Luego de soportar algunos años de depresión, logró ser contratado por la Municipalidad de Tafí Viejo para desempeñarse en el vivero municipal. Para tener un mejor rédito económico, -y poder sustentar a su familia-, luchó por ser adscripto en el Consejo Deliberante de su oriunda Localidad situada a 12 Kilómetros de San Miguel de Tucumán.

En esa ciudad, había circulado un rumor de que la Jefa de Estado Nacional iba a inaugurar una serie de obras en los talleres abandonados. La expectativa comenzó a crecer, y ante la mínima posibilidad de recuperar el anterior trabajo que tanto amaba, Juan se elevó a un estado de pleno entusiasmo. Inmediatamente se reunió con otros trabajadores para acudir al acto del hipódromo de la capital Tucumana. Algunos trascendidos indicaban que gustaba participar de los actos, porque poseía una larga tradición junto al peronismo. De todas maneras siempre estaba atento a todo lo que ocurría en el ámbito de la planta fabril porque deseaba sentirse ferroviario nuevamente.

Juan se estaba reponiendo de la muerte de su padre de hacía menos de un mes. El sueño de ver de cerca a Cristina le había levantado el ánimo. Por lo tanto, salió de su casa bien temprano en Pueyrredón198, -heredada por la mamá de su mujer que también había fallecido recientemente-, y se subió a uno de los viejos colectivos que salieron de la “Ciudad del Limón”. Así lo vieron irse los vecinos de Tafí, antes de verlo retornar en un cajón para que lo velaran.

Su entusiasmo era tal , que fue el primero en llegar al lugar de la convocatoria faltando media ahora para el horario establecido. Se coló dentro de la columna que encabezaba el intendente Javier Pucharras y algunos concejales, portando una mochila en la que cargaba algunos objetos de su pertenencia. Él y su grupo estaban identificados con pecheras verdes en las que podía leerse el mensaje de apoyo dando el presente partidario con la inscripción: “Cristina, Alperovich, Pucharras”, mientras se desplazaban hasta el costado sur del palco oficial.

Sus compañeros, decidieron subirse lo más alto posible sobre las gradas de hierro de los gastados tablones de madera que ofrecía esa tribuna móvil, así podían obtener un punto de vista mucho más panorámico. A las13:20, algunos compañeros vieron que un helicóptero se preparaba para aterrizar en el césped del hipódromo. Inmediatamente todos creyeron que era la Presidenta, y desaforadamente se masificaron hacia el vallado con la idea de poder verla de cerca En ese momento, Valdéz siguió la corriente de la multitud exaltada, pero recordó que algo le faltaba, y decidió regresar sobre sus pasos para buscar unas gaseosas que habían quedado debajo de la tribuna. Instantáneamente el cielo se desplomó sobre su cabeza.

Aquella tarima móvil que se había instalado se dejó vencer por la ley de gravedad, y todos los militantes cayeron al piso. Las gradas que se desplomaron, eran de unos 15 metros de largo,y estaban compuestas de una estructura metálica delgada, endeble y oscilante, sobre la cual se posaban diez escalones de madera en estado calamitoso de putrefacción.

Ramón Salazar, un chofer que estaba a metros de esa tribuna, logró capturar visualmente la secuencia de los sucedido: “Cuando estaba por llegar la Presidenta se empezó a amover todo, y la tribuna se vino abajo". Al parecer la tribuna cargaba más gente de la que podía soportar, y finalmente la estructura cedió, estando a solo a 30 metros del palco principal. René Tula, otro testigo, expresó: “Yo estaba detrás y vi cómo comenzó a balancearse y cayó hacia la derecha. Abajo, estaban el hombre accidentado y un niño. No sé cómo se salvó el chico“.

La gente se tornó en desesperación, entre los gritos se escuchaba el intermitente y desordenado pedido de ambulancia, y la pronta atención de primeros auxilios. Federico Masso, titular de la Secretaría deAtención de Urgencias Sociales y Emergencias Climáticas, fue uno de los primeros en llegar al lugarpara abrirle el paso a los vehículos de emergencia. Los heridos fueron rápidamente trasladados al Hospital Padilla y al Hospital de Niños.

En el acceso de emergencias del Padilla llevaron a cuatro heridos, uno de ellos estaba en estado crítico. En la guardia del mismo Hospital, ingresaron otros seis lesionados con politraumatismos leves. Desde el Hospital Centro de Salud Zenón Santillán informaron que en sus registros que había otros 16 heridos con traumatismos leves e hipertensión, en estado de observación. El encargado de la guardia del Hospital de Niños de Tucumán, informó que había cuatro menores heridos, que estaban en la tribuna cuando esta se desplomó. Las edades oscilan entre los 7 a los 13 años, y tienen politraumatismos, pero todos estaban fuera de peligro. En esa guardia, Jesús, Carlos Agüero, tío de Micaela, de 11 años, y de Teresita, de12 años, internadas por el mismo accidente, aseguró que la tribuna: “estaba mal armada”, y que “no fue por exceso de peso" como dicen. "No éramos tantos y se tambaleaba. Yo entiendo de esto y le faltaban tensores de ambos lados”. El director de Emergentología de la Provincia, Juan Mazaguer, confirmó que su tocayo Juan Valdéz murió por aplastamiento y que los otros heridos tienen distintos tipos de traumatismos: “Entre los heridos, hay una mujer embarazada, que sólo sufrió un golpe con hematoma en una de sus piernas“. Valdéz murió casi en el acto, según explicó el Director del Hospital Centro de Salud. Su diagnóstico final fue: “traumatismo toraco-abdominal, fractura múltiplede costilla, fractura de esternón y traumatismo severo en la región occipital”.

Durante el acto, -que prosiguió pese al desconcierto general-, el locutor oficial anunció que sólo “fue un susto”. Media hora después, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner propuso un minuto de silencio al iniciar su discurso por cadena nacional, donde pidió a los presentes guardar un minuto de silencio en memoria de la persona fallecida, confirmando oficialmente la muerte de Juan Valdéz.

Hasta pasar la noche, el cuerpo aún no había sido entregado a su familia porque estaban esperando que finalice el proceso de la autopsia. La entrada de la Sala de Urgencias del Centro de Salud se atiborró de gente. Policías y hasta algunos custodios de funcionarios intentaban que la prensa no tomara contacto con los familiares del fallecido – y mucho menos-, que se registre el ingreso de las ambulancias con los heridos. Posteriormente, los ánimos se calmaron luego de que se diera a conocer el parte médico de los heridos. En ese tenso momento de espera, el cuñado y uno de los hermanos de Valdéz, Melek Seifer y Jorge Valdéz, dialogaron con la prensa y comentaron que, cuando llegaron, no los dejaroningresar al nosocomio. “Esas tribunas estuvieron mal armadas y se podía haber impedido la muerte”, señaló Seifer. Jorge contó que su hermano siempre asistía a los actos políticos por convicción propia y aclaró que no fue preso del clientelismo: “Acá no se le puede echar la culpa a nadie. Se podría haber evitado con una construcción menos precaria”.

Durante la atención de heridos, pudieron dialogar con los familiares de los heridos, los diputados nacionales justicialistas, Beatriz Rojkés de Alperovich, su par Gerónimo Vargas Aignasse, y el intendente de Tafí Viejo, Javier Pucharras. El ministro de Salud Pablo Yedlin, recorrió por cada uno de los establecimientos de salud donde se cobijaron a las víctimas, intentando transmitir tranquilidad a los padres de los chicos afectados. La extremada y humilde condición de los familiares de las victimas llegó a tal punto, que algunos se animaron a pedirle directamente al propio ministro, que les diera algo de dinero para poder regresar a sus hogares.

“Volví del velatorio del hermanito de una amiga. Almorzábamos y veíamos la tele cuando se interrumpió la transmisión. Escuchamos a la Presidenta pedir un minuto de silencio por Juan Valdez, de Tafí Viejo. Yo no lo podía creer”. Estas fueron las palabras de Fernando Valdez, hijo mayor de la víctima fatal, mientras recibía las condolencias de sus amigos y vecinos. También confesó que ni él ni sus hermanos estaban enterados de que su padre había concurrido al acto. Sólo su esposa, Lucía Seifer, sabía dónde estaba porque había visto una nota que él le dejó en la cama: “Mi mamá no había escuchado la tele y dijo: ¿Por qué no dicen el nombre, para que su familia se entere?’. Vino mi sobrina y preguntó que le había pasado al tío Juan. Ella empezó a darse cuenta y cuando llegaron otras personas a preguntar, se desvaneció”, relataba Fernando. Para obtener datos más precisos, él y sus hermanos llamaron a todos quienes pudieran tener noticias precisas. “Mi tío Paco (hermano de Juan) llamó para decirnos que estaba grave en el Centro de Salud. Parece que a él no le dijeron que había muerto”, señaló.

Según la apreciación de Fernando, su papá era el “mimado” del barrio Villa Colmena Norte, donde su apodo de pila era “Juancito”: “No tenía problemas con nadie. Todos lo querían; desde los veteranos con los que jugaba al fútbol, hasta la gente de la iglesia, -donde llegó a ser ministro eucarístico-. Era una persona sana, que no tomaba ni fumaba”, contó.

De inmediato recuerda a Carlos Marriera, el joven luleño fallecido el mes pasado en otro acto convocado por el kirchnerismo: “Me acuerdo que dije que era una muerte muy absurda, y ahora nos pasa esto... Hasta que no te toca, no sabes lo que se siente”, expresó con un tono en decaimiento.

Miguel Herrera, vecino y compañero de trabajo de Valdez en la Villa Obrera, exclamó: “Juan estaba deprimido desde que lo despidieron. A él le gustaba su trabajo en los talleres, era tornero”. “Fue un suceso duro e injusto. Más para aquellos que conocíamos su drama. Juan estuvo alrededor de cuatro años desempleado. En ese tiempo la pasó muy mal. Luego consiguió empleo en la Municipalidad de Tafí Viejo, aunque los primeros meses allí fueron difíciles para él y la familia”. Herrera también se enteró de la muerte viendo el discurso de la Presidenta, inmediatamente caminó media cuadra que lo separa de la casa de la familia Valdez: “Cuando llegué todo era confusión porque ellos no tenían certezas. Incluso, desde el hospital se demoraban en darles información. Luego, llegó un policía que les indicó oficialmente que Juan había fallecido. Las escenas de dolor fueron terribles”, señaló.

Durante la tarde siguiente de ocurrido el infortunio, Juan Valdéz fue sepultado acompañado de un estricto silencio.
Solo quedó tiempo para que se abriera el escenario político, dándole lugar a los discursos pregrabados de los funcionarios. Algunos repitieron los argumentos que el Gobierno esgrimió desde el mismo momento que los tablones terminaron con la vida del empleado municipal: “Valdez no fue llevado; es un militante de base que trabaja en el Concejo de Tafí, con dos concejales“, dijo uno de los voceros del gobierno tucumano. Los diputados Beatriz Rojkés y Alejandro Rossi exclamaron: “Esto fue un accidente”, sin otorgar más palabras de parte de la esposa del gobernador.

Durante el velatorio que se realizó en Tafí Viejo, amigos y familiares comentaron que la manifestación del 9 de Julio fue su primer acto, y lamentablemente terminó siendo el último, dejando sin vida aquellos sueños que terminaron de aplastar los tablones de la tribuna.

 
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