miércoles, abril 23, 2008

!Ahí Vienen lo´ Gorilaaaaa!!!!


Una de las curiosidades que nos han brindado estas semanas de conflicto entre el sector agrario y el Gobierno, fue la reconstrucción de ciertos antagonismos sociales, -y junto a ello- el resurgimiento de ciertas terminologías que nos obligan a retroceder unos 60 años del pasado histórico-político argentino.

Durante el mes de puja entre los productores del campo y el Poder Ejecutivo Nacional por el aumento de las restricciones en las exportaciones de la soja, se escucharon muchísimas declaraciones, que calcadamente podrían haber pertenecido a cualquier libro de historia argentina. Por ejemplo:
-"La Libertadora estuvo en la Plaza y los corrimos" Una frase del ex heladero y ex Montonero Emilio Pérsico, Dirigente del MTD Evita.
-“Nos movilizamos esta noche para enfrentar a los golpistas que quieren derrocar al Gobierno popular que encabeza la presidenta Cristina Kirchner” Reflexión imperante de Luis D´elia, ex piquetero, defensor ferviente de la República Islámica de Irán, y ex funcionario del actual Gobierno Nacional.
-"Cuando planteamos cuál es el camino hacia el desarrollo rural, está claro que allí van a aparecer las grietas y las diferencias que existen desde hace muchas décadas. Me la he pasado aclarando que no somos gorilas, ni golpistas, ni queremos otro 20 de diciembre, ni tampoco queremos ser funcionales a los dos mil tipos que manejan el 60 por ciento de la soja", explicación de Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria Argentina.
“Gorila”, es una de esas fantásticas creaciones generadas por los peronistas para identificar al “antiperonismo”, y que volvió a resurgir de las cenizas para reeditarse en una nueva versión, gracias al impulso que alentó la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante su primer discurso en que respondió al conflicto del paro agrario. Los bandos quedaron marcadamente divididos y el resto de la sociedad debía optar por alguno: Entre favorecer a los sectores pertenecientes a “la oligarquía” del campo, y ser partícipe de “los piquetes de la abundancia”, y tirar alimentos sobre la ruta, o inclinarse hacia la postura del Gobierno, -que se identifica simbólicamente con el pueblo y el peronismo-, pero en un contexto totalmente alejado y contradictorio de aquel 1945, así como también justificar los actos de violencia que perpetuó Luis D´elía en la Plaza de Mayo y el Obelisco.

Ser Gorila

El término “gorila”, nace en los años cincuenta. Es el producto de un latiguillo en el contexto de un popular programa radial llamado “La Revista Dislocada” (conducido por Délfor Dicásolo), en donde había un Sketch que parodiaba a un científico borracho que lideraba una expedición de cementerios de Gorilas en la selva de África. Durante esa búsqueda, cada vez que se escuchaba un ruido extraño, el científico y su ebriedad gritaban: “¡Deben ser los gorilas, deben ser!”. El dicho se hizo pegadizo para los oyentes, y rápidamente fue tomado a modo de uso popular, hasta que los antiperonistas adoptaron el término en forma de chiste cada vez que escuchaban rumores acerca de un golpe durante el transcurso del segundo gobierno de Juan Domingo Perón. A partir de ese entonces, ser “Gorila” era la Estigmatización que aplicaba “el pueblo” peronista para consagrar a los sectores que presentaban oposición contra su General.
Según el Diccionario Argentino de insultos, injurias e improperios que realizaron los responsables de la Revista Barcelona, al que denominaron como: “Puto el que Lee”, un gorila es:

Gorila. Adj. Arg. Antiperonista, Ej: "El gorila de Eduardo Aliverti dice que los peronistas nos afanamos hasta el agua de los floreros".

Gorilón. Adj. Arg. Muy antiperonista, Ej: "Es verdad, el Amirante Rojas era un gorilón; pero lo cierto es que si el tipo te tenía que fusilar , te lo decía en la cara".

Pero, ¿Quiénes eran los Gorilas de esa época? Según el “El Manual del Gorila” de Carlos del Peral (1968), en su segundo capítulo titulado “El pensamiento vivo del gorila actual”, el autor hace una especie de señalamiento hacia la pequeña burguesía argentina. Que según sus referencias, persiguen ciertos gustos como: Sus caprichos políticos, el amor por los autos lujosos, su cristianismo hipócrita, su debilidad por el dinero y su paranoia de clase: “Los enemigos de los gorilas son: el comunismo –una entidad siempre ironizable, cuando no directamente ridícula y, como mucho, -lo subversivo-". Y también elabora una suerte de distinción entre categorías divididas en:

a) gorilas que persiguen peronistas,
b) gorilas que persiguen nacionalistas,
c) gorilas que persiguen comunistas y
d) gorilas que persiguen sus propias colas.

La ambigüedad del Término

Las acusaciones de “Gorilismo” con el correr de las décadas fueron mutando en diversas utilizaciones que irán perdiendo el sentido racional del uso. El propio Juan Domingo Perón experimentó una instancia similar, cuando en el regreso de su exilio y a la Presidencia en 1974. En ese entonces, el Gobierno convoca al pueblo a la Plaza de Mayo para celebrar el "Día del Trabajo y la Unidad Nacional". Aquella plaza estaba llena, y entre el público se encontraba el grueso de los Montoneros que ya se habían quitado la máscara de la clandestinidad. Ellos habían realizado un aporte importante al “Operativo Retorno” del General, esperando ansiosamente a que Perón les brinde la Revolución que tanto imaginaban. Pero ya comenzaban a percibirse que algunas caras que rodeaban al General no eran las que respondían a sus ideales, sino todo lo contrario. Y se lo hicieron entender al propio Perón en forma de canto: "¿Qué pasa, qué pasa, General, que está lleno de gorilas el gobierno popular?”. El Presidente enfurecido con semejante iniciativa, pronunció un duro discurso como represalia al cántico que resonó en sus oídos. Los trató de “imberbes” y “estúpidos”, provocando la automática retirada de los jóvenes con pocas barbas sobre las salidas que rodean la Plaza.
Según el Sociólogo Lucas Rubinich: “El término “Gorila” aparece hacia fines del primer peronismo”, “Yo creo que es la respuesta a este estigma de cabecita negra. “Gorila”, hacia fines del primer peronismo, tiene una productividad muy importante. Es un término que reafirma un lugar y descalifica al descalificador. El descalificador queda al descubierto como alguien que tiene una mirada no igualitaria, que no reconoce derechos, que tiene una mirada discriminatoria. Va a ser un término tan ambiguo que van a entrar diez mil cosas en el tiempo. Durante la década del ’60, gorila va a querer decir mil cosas”

Humor Gorila

Y esa mezcla de significados y de dobles interpretaciones y sentidos del término serán fielmente representados por el Humor absurdo que propone Diego Capusotto, quien siempre tuvo muy presentes los elementos del peronismo: “Nos gusta satirizar lo que amamos. Es como que un peronista satirice al peronismo. Si lo escuchás a Alberto Rodríguez Saá hablar de peronismo, se vuelve inevitable satirizarlo. Los discursos inmaculados de ahora se vuelven ridículos, sabiendo que el peronismo murió en el ’73”
Una de estas sátiras fue encarnada en la representación de “Goris”, una especie King Kong enorme, que cumplía la función de mascota del programa durante la segunda temporada de “Todo Por dos Pesos”. El simio solo mostraba su cabeza a través de una pantalla gigante que era parte del decorado del estudio -que simulaba estar en Miami-. Y de vez en cuando extendía su enorme brazo para retirar a los invitados indeseables a modo de patovica.
Cuando los conductores de la ficción - Mario y Marcelo- presentaban y saludaban a su mascota, como breve introducción explicaban que este simio hacía muchos años venía trabajando con “Hadad” y “González de Oro”. Y cada vez que los presentadores le preguntaban qué había hecho durante el fin de semana, el King Kong parlante respondía algo como: “Bien, fui al parque de diversiones, pero no me gustó porque estaba lleno de negros”... y enérgicamente la tribuna que presenciaba la grabación, se levantaba de los tablones y repudiaba el comentario al grito de “Gorilaaaaaa”, al cual los conductores debían aplacar al público enardecido pidiéndole al director que ponga un tape.
Una perfecta reproducción jugando con el doble sentido interpretativo del término, que manifestaba la situación que debía soportar una persona, -que a viva voz-, despreciaba a las clases populares unidas emocionalmente a la doctrina peronista.

1 comentarios:

Flaneûr dijo...

emo gorilaaaaaa. Hay que contar que Emo estuvo en la plaza a favor de los gorilas y hasta se ganó el desprecio de un académico de la facultad donde estudia por ello, jajaja.
Muy buena la nota, las generaciones mas jóvenes no palparon realmente el verdadero antagonismo de los grupos, veremos el 2 de mayo que pasa, si hay rebrote del término o no.

 
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